Lo comunicó Randazzo
El gobierno sorpresivamente privatizó gran parte de las líneas ferroviarias
miércoles 12 de febrero de 2014, 14:48h
El Gobierno volvió a privatizar la gestión de la mayoría de
las líneas ferroviarias, aunque impuso nuevos controles y duras sanciones en
caso de incumplimientos, mediante una resolución publicada en el Boletín
Oficial.
Dos de las líneas que conectan Buenos Aires con su área
metropolitana, Mitre y San Martín, serán operadas por Roggio, uno de los
grandes grupos nacionales en infraestructuras y accionista mayoritario de
Metrovías, la operadora del Subte.
Las dos restantes, las líneas Belgrano Sur y Roca, quedarán
en manos del grupo Emepa, una de las empresas que integró la Unidad de Gestión
Operativa Ferroviaria de Emergencia que creó el Gobierno cuando nacionalizó la
gestión, según detalla la orden, firmada por el ministro de Interior y
Transporte, Florencio Randazzo.
La línea Sarmiento, foco de reiterados accidentes que en los
dos últimos años dejaron 54 muertos y centenares de heridos, continuará bajo
control estatal a través de la Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse) y la
Administración de Infraestructura Ferroviaria (Adif).
"Hemos dispuesto un nuevo régimen de operación que
obliga a las empresas a presentar planes anuales sobre las frecuencias de los
trenes, su mantenimiento, limpieza de estaciones y calidad de los servicios",
afirmó el ministro.
"En este sentido, creamos un estricto régimen de
penalidades para sancionarlos en el caso en el que no se cumplan estas
pautas", continuó Randazzo, y se contemplará la rescisión de las
concesiones en caso de faltas que pongan en riesgo la vida de los pasajeros.
En ese marco, el Gobierno indicó que con la aprobación de
los nuevos acuerdos de operación ferroviaria busca "mejorar la calidad de
los servicios e incrementar el control sobre las empresas que operan los trenes
del área metropolitana de Buenos Aires".
A instancias de la presidenta Cristina Fernández
"encaramos un ambicioso plan de renovación de los trenes del área
Metropolitana que incluye la llegada de más de mil coches nuevos durante este
año y una fuerte inversión en materia de infraestructura ferroviaria de cambio
de vías y renovación de estaciones", añadió.
En febrero de 2012, 51 personas murieron y más de 700
resultaron heridas cuando un tren se empotró contra el andén de la transitada
estación de Once, en Buenos Aires, perteneciente a la línea Sarmiento.
Un año y medio después de la tragedia de Once, el choque de
dos trenes en el oeste del conurbano bonaerense causó tres muertos y más de 300
heridos en la misma línea.
El último accidente ocurrió el pasado noviembre, en plena
campaña electoral legislativa, y dejó un saldo de 80 heridos.
Tras los distintos siniestros, el Ejecutivo optó por
estrategias de nacionalización total o parcial de las líneas y anunció
inversiones y mejoras en la seguridad ferroviaria.
Sin embargo, el servicio de trenes, que usan a diario unos
2,7 millones de pasajeros que se desplazan entre la ciudad de Buenos Aires y su
poblada área metropolitana, sigue siendo objeto de fuertes críticas por parte
de los usuarios.
El próximo 18 de marzo comenzará el juicio para esclarecer
las causas del accidente de 2012 en Once y la responsabilidad de más de una
treintena de imputados, entre los que figuran los exsecretarios de Transporte,
Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime.