A través del Ministerio de Economía
El Gobierno aplicará política de "administración de precios" para frenar "engaños" en las góndolas
miércoles 18 de diciembre de 2013, 13:13h
A través del Ministerio de Economía, el Gobierno nacional
encarará una "política integral de administración de precios" junto
con la instrumentación del nuevo acuerdo que comprenderá a 187 productos de la
canasta básica, que será dado a conocer en los próximos días con el fin de
frenar maniobras engañosas llevadas adelante por las empresas que afectan a los
bolsillos de los consumidores.
El nuevo acuerdo será dado a conocer en los próximos días
con el fin de frenar maniobras engañosas llevadas adelante por las empresas que
afectan a los bolsillos de los consumidores.
"Esta política implicará poner la lupa en los balances
de las empresas de manera integral, y se tomarán todas las medidas al alcance
del Poder Ejecutivo, para que las empresas se aboquen a cumplir con los
acuerdos alcanzados, pero también para impedir que las firmas efectúen
"avivadas" que disparen los precios de productos similares sin
fundamento económico real, y tal como se produjeron durante los últimos meses
en varios casos", afirmaron fuentes del Palacio de Hacienda.
En diálogo con Télam, los voceros de Economía aseguraron que
"no se aplicará congelamiento de precios, sino una política de administración
de los mismos, donde trabajaremos en toda la cadena, y fundamentalmente en los
proveedores", que es el eslabón donde se encontraron distintas maniobras
abusivas.
Según las fuentes, la política de administración de precios
no se circunscribirá a monitorear sólo los 187 productos que integrarán el
nuevo acuerdo que comenzará a regir el 1 de enero próximo, sino también a
alrededor de los 10.000 productos que son exhibidos en las góndolas de las 40
principales cadenas de supermercados del país y en los 80 proveedores que las
abastecen, en lo que refiere a alimentos, bebidas, productos de perfumería y de
limpieza.
Los 187 productos que integrarán el nuevo acuerdo serán
todos de primera necesidad y en su mayoría alimentos y bebidas, los que acapararán las tres cuartas partes de la
canasta seleccionada.
Las fuentes del Ministerio de Economía advirtieron que a las
empresas que incumplan los acuerdos o realicen "avivadas", del estilo
de remarcar productos similares con cifras exorbitantes, se les aplicarán las
"distintas figuras legales disponibles tendientes a corregir esos
desvíos", como la denuncia por abuso de posición dominante, la aplicación
de la Ley de Defensa del Consumidor, la fiscalización a través de la AFIP para
detectar irregularidades en los precios y los balances de las compañías, entre
otras alternativas.
La información que manejará la cartera de Economía también
contendrá una "radiografía completa" de las empresas en cuanto a la
utilización de distintos beneficios que le da el Estado, como subsidios, o
créditos blandos, dijeron las fuentes.
Con esta información se intentará persuadir a las empresas a
que cuando quieran aumentar los precios, lo hagan por una real necesidad de
costos y no por expectativas infundadas o "avivadas".
En este sentido, subrayaron que "las iniciativas no
persiguen el fin de que las firmas pierdan rentabilidad, sino que se buscará
que mantengan una rentabilidad razonable, en base a datos históricos": en
promedio, la rentabilidad del sector de alimentos y bebidas es en la actualidad
de alrededor de 3,5% a 4%, levemente menor al de 2011.
El acuerdo "Mirar para cuidar", que vence a fin de
mes y del cual participaron 3300 personas entre militantes e integrantes de
distintas agrupaciones de consumidores y afines, "se cumplió bien, los
productos estaban en la góndola a los precios acordados", consideraron las
fuentes.
Sin embargo, si bien los supermercados se comprometían a
llenar el vacío con productos de precios similares cuando se detectaran
faltantes, se comprobó que algunas empresas utilizaron distintas maniobras
legales -históricas, por cierto, pero de una forma más virulenta quizá-, para
inducir al consumidor a la compra de productos de primera necesidad más caros
que los acordados.
A modo de ejemplo citaron uno en el que la firma La
Serenísima, que acordó un precio de la leche entera en sachet a $6,85, vendió a
la par cuatro productos similares con prácticamente idéntico envase y distintos
aditivos, como vitaminas, que encarecían un producto no acordado en la lista
hasta un 22 por ciento más caro, sin tener fundamento de costos, ni macroeconómico
para aumentar la brecha de precios.
Otro ejemplo fue el de la lavandina Ayudín, con quien el
Gobierno acordó un precio de $2,73, y en el que la firma lanzó al mercado
distintas variantes con las denominaciones "máxima pureza" y
"ultra" pura, para vender la lavandina común hasta un 284% más cara
que la prevista en el acuerdo, de $7,77.
La leche Cindor, también de La Serenísima, se acordó a 6
pesos, pero el último precio observado en góndola para un producto de esas
característica con vitamina A y D, era de 17 pesos.
Otro ejemplo, entre tantos, fue el de la yerba Nobleza
Gaucha, en la que se acordó un precio de $12,59 el medio kilo y que lanzó
un una variante denominada
"Ecopack", a $17,83, donde la única diferencia era un "envase de
papel 100% reciclable, sin plástico".
Estas diferencias no se condicen con costos y confunden a
los consumidores, quienes terminan adquirieron los productos que los
proveedores se "ocupan" en mantener stockeadas en las góndolas de los
supermercados.
Las fuentes subrayaron que "las empresas ya fueron
advertidas por el Gobierno sobre estas maniobras" y en la mayoría de los
casos justificaron que se trababa de técnicas comerciales y aumentos de costos.
Por ahora, el Gobierno se limitó a tomar nota y evitó
aplicar represalias, con la expectativa
de que las firmas corrijan su conducta abusiva, de la mano del nuevo acuerdo de
precios en ciernes.