Piden que se cumpla la ley
Farmacéuticos responsabilizan a los grandes laboratorios por el alto precio de los medicamentos
jueves 21 de noviembre de 2013, 23:55h
Farmacéuticos y productores de medicamentos aseguraron que
si se cumpliera con la Ley 25.649, de genéricos, la gente podría acceder a
remedios "más baratos", y reclamaron la intervención del Estado para
que se termine con el abuso de grandes laboratorios, obras sociales y empresas
de medicina prepaga.
En ese sentido denunciaron que existe
"connivencia" entre esos tres componentes del sistema de salud, para
que los médicos prescriban ciertos medicamentos a cambio de reintegros
económicos.
Aseguraron que la mayoría de los médicos ya no prescribe
medicamentos por su nombre genérico, como estableció la ley, sino que lo hacen
en favor de determinadas marcas, que son las más caras del mercado, y hasta en
algunos casos colocan un sello que dice "no autorizo la sustitución".
Precisaron que un medicamento de marca puede llegar a costar
el doble de un genérico, y en el caso de las vacunas, esa diferencia puede
llegar a diez veces.
Subrayaron que por cada 10 pesos que paga el público por un
medicamento, 8,4 van al laboratorio, 1,3 a la farmacia y 0,3 a la droguería.
"Hay que tener una política de fijación y control de
precios, de autorización previa, como ocurre en algunos países", indicó a
Télam el secretario general del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y
Bioquímicos (SAFyB), Marcelo Peretta.
Dijo que "acá el precio de los medicamentos lo fijan
los laboratorios, que incluso ponen el porcentaje de ganancias de las
droguerías y las farmacias".
Advirtió que "los laboratorios tienen una ganancia sideral",
y señaló que "sobre el costo de un medicamento, el porcentual de
rentabilidad siempre es superior al 500 por ciento".
Por su parte, el secretario adjunto de la Asociación de
Farmacias Mutuales y Sindicales, Carlos Nemesio, coincidió con que "hay un
precio sugerido por los laboratorios", y puntualizó que "los márgenes
de rentabilidad para la etapa de comercialización se redujeron notablemente, en
un 40 por ciento".
"Todos quieren parte de la tajada y a las farmacias les
toca cada vez menos. Esto nos coloca a una situación difícil. Los laboratorios
se manejan a través de distribuidores, las droguerías, cuando antes las
farmacias podían comprar en forma directa. Los laboratorios se quedan con 80
por ciento del precio al público", afirmó Nemesio a esta agencia.
A su criterio, "el reparto de la torta debería ser más
justo", y puso de relieve que "hoy la industria no explica cuál es la
base de un medicamento, habla del precio internacional de la droga, pero nadie
conoce el costo del proceso industrial, ni cuánto se gasta en publicidad y en
visitadores médicos".
En ese sentido, deslizó la posibilidad de que existan
"propinas negras, como viajes a Miami" a modo de reconocimiento.
En tanto, el presidente de la Cámara Argentina de
Productores de Medicamentos Genéricos, Nicolás Santander, reconoció a Télam que
"es exactamente como dicen, la Ley no se cumple".
Precisó que "las recetas salen con nombres comerciales,
y en el mejor de los casos con sugerencia de marcas".
El especialista a su vez destacó que "la farmacia se ve obligada a expender los
medicamentos que dice la receta, porque las obras sociales así lo
aceptan".
Estimó que "el problema está en la
comercialización", y se lamentó del retroceso de los genéricos porque
subrayó que "son mucho más baratos para la gente, incluso para las obras
sociales".
Al respecto, Peretta destacó que "la prescripción de
medicamentos por su nombre genérico anduvo muy bien hasta 2005", y subrayó
que "desde el Ministerio de Salud había un apoyo a esta política".
Sin embargo, señaló que "desde 2005, el mercado volvió
a estar dominado por premios, lobbies, y el imperio del negocio"
Precisó que "en su mejor momento, los genéricos
llegaron a tener 40 por ciento de participación del mercado", y remarco
que "hoy representan apenas 2 por ciento".
En la misma línea, Nemesio aseguró que "no todos los
profesionales están brindando los productos a través de la droga", sino
que señaló que "utilizan la marca del medicamento", por lo que consideró que
"estas recetas deberías ser devueltas por las farmacias y no aceptadas
tampoco por las obras sociales".
Peretta dijo que "los farmacéuticos
dejaron de sustituir porque se los castigaba", y precisó que "cuando
se trataba de genéricos, las prepagas y obras sociales podían demorar hasta 120
días en abonar el copago".
Afirmó que "hay influencia de los laboratorios en las
prepagas y obras sociales para que prescriban cierto tipo de productos".
Nemesio remarcó que "la obra social presiona para que sus
médicos prescriban cierta cantidad de medicamentos", porque indicó que
"si están incluidos en lo que a la industria le interesa, reciben un 10
por ciento de reintegro económico".
"Esto desestimula que se cumpla la ley. Hay que volver
a la ley tal cual se sancionó", sostuvo Peretta, quien precisó que
"la diferencia de precio entre el genérico y el de marca, puede ser del
doble. Y en algunas vacunas puede ser mucho mayor, hasta 10 veces".
El Secretario adjunto señaló que "del precio final que paga el público por un
remedio, a la farmacia le queda 13 por ciento; entre 1,5 y 3 a la droguería; y
el resto al laboratorio".
Consideró que "es importante que la influencia que
tienen los laboratorios sobre los médicos sea controlada y se cumpla la ley que
los obliga a prescribir por nombre genérico y al farmacéutico a ofrecer
alternativas sustitutas, entre ellas, la más económica".
Además aseguró que "hay médicos que colocan un sello en
las recetas que dice `no autorizo la sustitución`" y por ese motivo
denunciaron a diversas obras sociales de primera línea, "por aceptar recetas
con ese sellito".