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Madrid 2020: que Dios reparta suerte... la que nos merecemos

Madrid 2020: que Dios reparta suerte... la que nos merecemos

Por Emilio Martínez
sábado 07 de septiembre de 2013, 11:39h
El toro ya está en la plaza. Y la terna que debe lidiarlo, también. Aunque lo más importante será la decisión de ese público especial que en forma de jurado, más o menos justo, más o menos influenciable, decidirá quién abre la Puerta Grande virtual. Sí, esa por la que pelean Madrid, Tokio y Estambul. Sí, esa para la que la candidatura española parece favorita, y con razón, salvo en las casas de apuestas, especializadas en equivocarse. Pero... Pero, ya que estamos con comparaciones y lenguajes taurinos, utilizaremos la frase típica y tópica de los toreros cuando van a hacer el paseíllo: "Que Dios reparta suerte".
 
Vamos, que no nos pegue una 'corná' la candidatura japonesa -en principio perjudicada por Fukushima- ni la turca -con sus problemas sociales- y nos dejen de nuevo compuestos y sin Juegos por tercera vez consecutiva. No sería justo, porque, intentando ser objetivos, Madrid presenta muchos factores a favor, no siendo el menos importante y decisivo el del apoyo de casi todo el pueblo español, con un 91%. Y otro que teóricamente debe pesar en las votaciones es el de la inversión, ya que la capital de España, con más de las tres cuartas partes de las construcciones y transportes hechas, necesitará mucho menos dinero.
 
Si a ello le añadimos la enorme experiencia organizativa de Madrid en sucesos deportivos planetarios en las especialidades más mediáticas -fútbol, baloncesto, tenis, balonmano, ciclismo- y también en otros de mayor calado político, social y económico, se cuadra el círculo. En el que no es cuestión baladí el apoyo de todas las autoridades estatales -del Rey y el príncipe Felipe, al presidente del Gobierno y al último concejal- y, naturalmente de los deportistas mundiales grandes/grandes con los que contamos y de los que podemos presumir: Gasol, Nadal, Alonso, Casillas... y hasta el argentino Messi. 
 
Por supuesto que al margen de los indudables merecimientos de Madrid 2020, es indudable que la victoria de este sábado sería una enorme inyección para salir de la crisis. Y no sólo económica, que también, sino moral. Serviría para que este país que está depauperado incluso en ilusión -por culpa mayoritaria de su impresentable clase política con escasas excepciones- la recuperara. Que, como en la ya mítica película de José Luis Cuerda sobre el amanecer, "no es poco". De modo que 'alea jacta' casi 'est'. Que tengamos suerte. La que nos merecemos
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