¡Hay que aprender del gobierno argentino!
lunes 12 de agosto de 2013, 16:51h
Aquí en este nuestro
verde paraíso atlántico estamos siendo aplastados por una fuerte crisis que nos
está dejando sin fuerzas delante de una serie de acontecimientos que parecen
salidos de la fantasía de un autor de textos de ciencia-ficción. Que en el año
2013 perdamos a miles de universitarios que van a trabajar fuera no puede ser
real y tampoco que los mejores marineros del mundo no tengan donde pescar o que
en nuestros ricos prados no hay vacas pastando. Algo hicimos mal. No creo yo
que toda la culpabilidad sea de aquellos famosos préstamos hipotecarios de
Estados Unidos que dicen hundieron también a los ciudadanos gallegos.
Si somos capaces de desnudarnos de
las boludeces contaminantes del FMI ---nos quieren convencer de que somos poco
ahorradores--- quizás encontremos allá en el sur una salida y un freno a los
que mueven su capital financiero por el mundo adelante para deshacer los
pilares del progreso social en libertad. Estoy hablando de mi querida República
Argentina ---allí tengo enterrados a
varios familiares--- que desde noviembre de 2008 está luchando contra la crisis
con expansión. Creo que todo el mundo entiende que rebajando los salarios non
se va a ningún lado. ¿Entonces? Antes de hablar del proyecto argentino les
quiero pedir a los lectores que no hagan ninguna descalificación de tipo
personal. Quiero decir que no centren la crítica en una persona sino que
discutan sobre las medidas del programa anti-crisis del actual gobierno
argentino.
Vamos a darle una ojeada a las
medidas que está llevando adelante el gobierno argentino para minimizar los
efectos de una crisis internacional que pega fuerte encima de las economías
locales. Se trata de que aumente la actividad económica mediante el impulso y
el estímulo. El gobierno apuesta por el crecimiento y la inclusión social por
medio de una actuación que tenga en cuenta las variables económicas y las
sociales. Las inversiones en un plan de obras públicas [71.000 millones de
pesos] incluyen obras de carácter estructural ---una represa hidroeléctrica, un
gasoducto--- y obras licitadas por los gobiernos provinciales y municipales.
Otro aspecto para considerar es la disponibilidad de créditos a tasas de
interés razonable para la industria. Se quiere agrandar el mercado interno al
tiempo que se disminuyen las importaciones.
En lo referido al empleo fueron
creados más de 400.00 puestos de trabajo. Las obras públicas, las inversiones
privadas en construcción y las medidas para la penalización del trabajo sin
afiliación están consiguiendo que haya muy pocos desempleados. Los
especialistas Alfredo y Eric Calcagno dicen que "la Argentina enfrenta la
crisis internacional con un programa keynesiano de expansión de la inversión y
el empleo. Está en condiciones de hacerlo por su sólida situación económica y
fiscal". Lo cierto es que el gobierno argentino recuperó su capacidad para
definir su política económica. Nosotros, en cambio, somos unas insignificantes
marionetas de un hermoso y alejado espacio del fin de los caminos de Santiago. La República Argentina
demuestra que es posible crecer sin depender del financiamiento externo.
Un hecho que quiero destacar es la
creación de tres nuevas universidades públicas en la periferia de Buenos Aires.
En concreto están situadas en Moreno, Juan C.Paz y Florencio Varela. Aquí en
esta avanzada Europa recortamos las ayudas educativas y culturales y subimos
las tasas universitarias. Allí, los considerados "atrasaditos" abren caminos
para que la juventud pueda acceder a los estudios universitarios. Nadie negará
que edificar tres nuevos centros de enseñanza superior es una mejora que
posibilita el ascenso social para una población de alrededor de un millón de
habitantes. En la inmensa metrópolis de Buenos Aires los desplazamientos
ocasionan mucho gasto y por eso es un avance que se construyan centros
educativos en diferentes zonas del extrarradio bonaerense. La oposición al
actual gobierno que preside la nieta de don Pascasio Fernández Gómez [emigrante
lucense de A Fonsagrada] votó en contra de la creación de las tres
universidades. Su patético argumento fue el de que bajaría la calidad
educativa. Así se escribe la historia. Puede ser que los opositores ---al defender intereses elitistas--- aviven
a miles de ciudadanos que dejarán de comulgar con los cuentitos baratos que
solo defienden a los que más tienen.
Manuel Suárez Suárez