Perspectivas electorales, la opo en su laberinto: nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio
jueves 04 de julio de 2013, 07:02h
Un contexto de bienestar socioeconómico siempre es favorable
para los oficialismos y, en este caso, además, es el único con presencia
territorial nacional, salvo la alianza UCR-PS, lo cual le garantiza un piso del
40% en todo el país, como base, en las próximas elecciones.
Tal como lo sostuvo Télam, el nivel de crecimiento económico
en 2013 superará el 5% anual según muchos sabios y durante el tercer trimestre
incluso, la tasa interanual será al menos del 6,5%.
Es de esperar, y seguramente se corroborará que esta
circunstancia, junto con el pico de consumo que instala la transferencia de
ingresos récords vía planes sociales (AUH 35,3%) y ajustes salariales formales
por sobre la inflación (paritarias promedio del 24%), más el impacto de la
reactivación de la construcción vía blanqueo, el achatamiento de las presiones
de precios vía congelamientos exitosos, produzcan los ya habituales efectos
electorales reiterados desde el año 2003 - con la excepción del año 2009 que
veremos.
Efectos de bienestar socioeconómico que operan en favor de
los oficialismos en general y el nacional en particular, potenciados por la
composición del voto K ya analizada oportuna y sistemáticamente con un núcleo
duro del 25% y otro tanto que responde de manera dominante a las condiciones
materiales de existencia
La apertura del año electoral en Misiones este fin de semana
pareciera indicar ese camino de vitalidad electoral kirchnerista y electorados
estancos entre el oficialismo y la oposición,
a punto que a pesar del desgaste en alguna de sus expresiones locales,
como en este caso el Frente Renovador, el kirchnerismo no migra electoralmente
a la opo y busca otras alternativas K para expresarse, dando forma al fenómeno
de electorados inconexos que analizamos en Télam como "Audiencias
Redundates".
El 55% de votos acumulados en variantes kirchneristas
misioneras así lo muestra, kirchnerismo que se ubica a 40 puntos de la segunda
que con toda lógica resultó la UCR y sin ninguna otra fuerza nacional a la
vista. Se trata de datos muy sugerentes a considerar a la hora de imaginar
comportamientos electorales nacionales.
Sin embargo la "mamita de todas la batallas", como
para endulzar el original ejemplo de la militaria gaucha, ofrece aún
perspectivas más notables.
Ya es una verdad de perogrullo que nada electoralmente
activo existe en Buenos Aires por fuera del dispositivo FPV-FRP, nada estadísticamente sustancial escapa al
dispositivo y la polarización que vendrá hará el resto con lo que aún queda
fuera del espacio polarizador.
Esto supone que hoy el 32% de voto que pone en juego el FPV
será su piso, mientras resultó su techo durante el emblemático año 2009,
también año con polarización aunque menor que la actual gracias a la gran
estrategia de polarización combinada con listas testimoniales ideada por Néstor
Kirchner para enfrentar momentos críticos.
Año 2009 que hay que recordar mostraba una caída de 3 puntos
de PBI, la crisis de la 125 abierta, destrucción de un punto de empleo, el
sistema de medios opositores aún con credibilidad, un vice destituyente
activado por los mismos medios y una lista entonces opositora de 5 puntos como
la del EDE que hoy acompaña al FPV y a su candidato Martín Insaurralde.
Esta sola sumatoria que ubicaba al piso del FPV en el 37% en
aquel contexto tan crítico, seguramente la realidad socioeconómica muy mejorada
en este año 2013 respecto al año 2009, donde por caso la AUH no existía, hará trepar ese nivel de voto al FPV
bonaerense por sobre el 40%.
Así las cosas, es de esperar un dispositivo FPV-FPR que
permita la captura de más del 75% de votos bonaerenses por parte de ambas
fuerzas bajo la tensión oficialismo-oposición, con lo que el piso del FPV sube
automáticamente por efecto de la sola polarización, más la coyuntura
socioeconómica favorable.
El gran dato es que el FPV sigue sumando en el resto del
territorio nacional, mientras el FRP es una opción distrital que si obtuviera
por caso 30% de votos, implicarían 11 puntos nacionales. Lo mismo sucede con el
PRO en la CABA y Santa Fe, si sucediera una elección de 30% promedio en ambos
distritos para la fuerza antiperonista de derecha conservadora, esto supondrá 6
puntos nacionales.
La excepción es el frente UCR-PS que efectivamente tiene
despliegue nacional, aunque su límite estructural es Buenos Aires, donde la
polarización y ausencia tradicional de candidatos competitivos hace muy difícil
pensar un nivel superior al 15% de votos, esto es 4,5 puntos nacionales.
Así las cosas, con el dispositivo FPV-FRP aspirando votos
bonaerenses de manera sostenida y creciente, el oficialismo que marcha sin
fisuras en territorio bonaerense y garantiza un piso de no menos de 40% de
votos, complementado con un despliegue nacional completísimo, que por caso por
el peso del NEA y NOA (18% del padrón nacional) donde el kirchnerismo en todas
sus variantes registra promedios superiores al 50% de los votos y las mejoras
seguras en distritos como Capital y Santa Fe respecto al valle de 9% promedio
en 2009 - el piso probable es al menos el 20% entre ambos distritos que aportan
19 de cada 100 votos nacionales - el oficialismo consolidará con facilidad un
piso del 40% este año 2013.
Contario sensu, la oposición nacional UCR-PS, la única con
despliegue en todo el territorio, difícilmente acceda al 20% por sus fuertes
carencias en distritos claves en especial Buenos Aires, donde nuevamente será
licuada por la polarización FPV-FPR que, pensada territorialmente la elección
nacional, resulta un dispositivo funcional al despliegue nacional del
oficialismo.
En fin, más allá del clima de medios metropolitano, el país
es amplio, el oficialismo hegemoniza el escenario electoral y, salvo la alianza
UCR-PS, no hay fuerza con despliegue territorial de Usuhaia a la Quiaca capaz
de competirle. Piso del 40% nacional, como para empezar a discutir.
En fin, a los oficialistas, desde esta humildísima columna
saludos y a los opositores ánimo, que nunca es triste la verdad, lo que no
tiene es remedio.