El problema de los chistes de Miguel del Sel
lunes 04 de febrero de 2013, 13:32h
El ex candidato a gobernador y referente del PRO en Santa Fe,
el humorista Miguel Del Sel, insultó a Cristina Fernández de Kirchner y
despertó toda una oleada de críticas por su contenido violento y misógino. Pero
también una serie de justificaciones que buscaron disculparlo apelando a que
"lo hacía desde el humor". El chiste nunca letra muerta y lineal.
Sólo tienen sentido en un contexto social y político al que refieren y, al
mismo tiempo, ayudan a construir.
El problema:
¿Por qué los chistes de Miguel del Sel son tan preocupantes?
Por dos razones: porque los chistes no son nunca sólo chistes y porque Del Sel
no es sólo Del Sel.
Vamos por parte.
El chiste siempre se construye condensando y desplazando
sentidos que crean uno nuevo. Por eso, que los chistes corran por varios
carriles significantes es constitutivo de los mismos. Nunca son solamente lo
que en una mirada lineal, en la letra muerta, parece que son.
Para hacer un chiste es necesario poner elementos de
distinto orden (una sopa de letras, por ejemplo) con otros (una presidenta
mujer, por ejemplo también). Y, entonces, al
fusionarlos de determinada manera tenemos un nuevo significado. Ese
significado, a la vez, no flota en el vacío sino que se sostiene sobre y en
determinadas relaciones sociales que permiten unos chistes y no otros, como
también unas particulares escuchas o lecturas. Por ejemplo, es muy probable que
en una sociedad racista, sea posible enunciar el siguiente chiste: "Si se tiene enfrente
simultáneamente a un judío y a un negro ¿a quién de los dos hay que matar
primero? Respuesta: al judío, porque primero está el deber y luego el placer".
O en una sociedad machista se pueda apelar a la risa con este otro: "¿Por qué
una mujer no pude ser inteligente? Respuesta: porque sería un varón". En ambas
sociedades (la racista y la machista) los chistes causarían gracia y
reforzarían la idea de que los judíos, o los negros, o los no blancos
dominantes son los enemigos a exterminar, como también que las mujeres son
estúpidas, inferiores. Lo que a la vez, por supuesto, tiene carácter
performativo
Es verdad que en ocasiones también los chistes contribuyen a
discutir o a resistir los peores valores de la sociedad (por ejemplo, con la
capacidad de reírse de los dictadores). Hay entonces chistes perversos con la
condición humana y chistes emancipadores. Lo que siempre sucede es que el
significado construido en un chiste forma parte de toda una cultura (poniendo
en cuestión su orden, o reforzándolo), y es por esta razón que el humor es algo muy importante más allá
de que se lo trate de banalizar: "es sólo un cómico", se dice. El humor siempre
es profundamente político porque participa de la construcción de verdad.
Los chistes de Miguel del Sel son preocupantes porque forman
parte de toda esa batería nada inocente de enunciaciones que denigran al otro.
En segundo lugar, los chistes de Miguel del Sel, como los de
su compañero, el tal Mammon (cuyo espectáculo publicita TN), y tantos otros, no
son sólo de ellos. Si algo no tienen es originalidad: quiero decir, su punto de
origen no está en ellos sino en toda una matriz civilizatoria que desprecia
desde hace siglos a las mujeres, a los negros, a los distintos. Por esa razón
salen a justificarlo personajes como Mauricio Macri, banalizando el humor,
deshistorizándolo (y diciendo barbaridades cómo que es "sölo un cómico",
¡cuando es un hombre de su propio partido político! Parece que cuando dice que
las chicas pobres se embarazan para recibir la Asignación Universal es un
político y cuando dice que le diría Hija de Puta a la Presidenta es un cómico).
Es sintomático cómo los medios hegemónicos se preocuparon
más por disculparlo o "mostrarlo disculpado", que por lo que efectivamente fue
dicho.
Sería muy tranquilizador pensar que Miguel del Sel es un
monstruo, o simplemente un cómico malo. Con señalarlo (ni siquiera hablo de
censurarlo) se acabaría el problema. Pero el problema de fondo es la existencia
de una derecha excluyente, clasista y sexista, que habla de Unidad llena de
odio y que no solamente se ríe de los chistes perversos sino que está dispuesta
a hacerlos realidad.