Solidaridad a periodistas objeto de denuncia de Clarín

Quiero hacer llegar mi más enérgico repudio a la maniobra extorsiva contra periodistas y funcionarios con la que el grupo Clarín intenta imponer una verdadera mordaza en defensa de sus privilegios corporativos enfrentados a la ley.


Con la misma intensidad hago llegar mi solidaridad a los periodistas Sandra Russo, Roberto Caballero, Javier Vicente, Nora Veiras, Edgardo Mocca, Orlando Barone, y al ministro de Justicia, Julio Alak, los legisladores Edgardo Depetri y Juan Cabandié, el secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini y el titular de la Afsca, Martín Sabbatella.


Todos ellos fueron incluidos en una denuncia de algo parecido a una conspiración, tan confusa como imposible, para generar violencia.


Los abogados del grupo empresarial que monopoliza la opinión en nuestro país apelan a una inversión perversa de sentidos, en el más puro estilo de la novela "1984", de George Orwell.


Mientras el gobierno nacional y popular abolió las figuras de injurias y calumnias referidas a asuntos de interés público, autolimitando de esta forma la defensa legal de sus funcionarios en pos de asegurar una libertad de expresión inédita en el mundo, la poderosa usina ideológica de la oposición se victimiza pretendiendo hacerse de una mayor impunidad.


Son propietarios de la mayoría de las frecuencias de radio, cableoperadores, canales de TV, productoras, periódicos, y las utilizan para preservar su inmunidad queriendo convencer que el interés general son ellos.


La Argentina eligió el camino de la profundización de democracia en todo ámbito de la vida, ampliando derechos desde la redistribución del ingreso a la redistribuición de la palabra.


La censura judicial busca atemorizar a los hombres de prensa para limitar el ejercicio de su libertad.
La impotencia para seguir dilatando la entrada en vigencia de la Ley de Comunicación audiovisual quizás tenga a los directivos del grupo algo nerviosos.


Nilda Garré
Ministra de Seguridad de la nación