Denuncian torturas a un preso en la cárcel de Florencio Varela
miércoles 08 de agosto de 2012, 19:59h
La Comisión Por la Memoria (CPM) denunció que un preso de la
cárcel de Florencio Varela "fue golpeado y colgado de sus brazos sin tocar
el piso con los pies durante ocho horas".
Por tal motivo, la CPM reclamó políticas públicas
estructurales para terminar con esas prácticas y celeridad en la investigación
de estas causas.
Según los denunciantes, el hecho ocurrió el 30 de julio
último, en el pabellón de Separación del Área de Convivencia de la Unidad 32 de
Florencio Varela, adonde fue derivado el interno Maximiliano Zapata Osores.
La CPM señaló que el detenido "hacía 10 días estaba
alojado en un buzón de aislamiento (celda individual de castigo) a la espera de
que se terminaran los trámites de ingreso a la Unidad y reclamaba a las
autoridades por la visita de sus familiares, quienes permanecían a la
intemperie sin poder ingresar".
"Ante la falta de respuesta de las autoridades (Zapata
Osores) comenzó a golpear la puerta de la celda, hasta que personal del
Servicio Penitenciario le disparó con balas de goma", agrega la denuncia.
En un comunicado de prensa, la CPM señaló que el preso
"logró cubrirse con una frazada y, luego de los disparos, siete
penitenciarios comenzaron a golpearlo con palos de goma, patadas y golpes de
puño".
"Veinticinco minutos después fue llevado esposado a
sanidad y allí atendido por una enfermera o médica que no realizó curación ni
le recetó medicamento alguno. Varias de las lesiones, aunque no todas, constan
en su historia clínica", destaca el informe.
En la denuncia se afirma que Zapata Osores "luego fue
alojado en SAC, donde le ataron las manos con una soga y lo colgaron de una
abertura en la pared (presuntamente para colocar iluminación), a gran altura, al
lado de la puerta de ingreso a la celda que apenas rozaba el piso con las
puntas de los pies entre 7 y 8 horas".
La Comisión Por la Memoria sostuvo que por pedido de su
familia la defensora Silvia Glew solicitó un habeas corpus al Juzgado de
Ejecución 2 de San Martín el 31 de julio.
"Como consecuencia de dicha presentación fue citado al
juzgado y atendido por un secretario, quien le manifestó que si denunciaba
tenía que hacerse cargo de su integridad ya que ellos no podían hacer nada,
sólo trasladarlo al sistema federal", señala la nota.
Los denunciantes aclararon que "Maximiliano está
detenido hace 6 años y padeció decenas de traslados por más de 30 unidades
penitenciarias y sufrir reiterados hechos de torturas".
"Permaneció en aislamiento la mayor parte de su
detención y en innumerables ocasiones fue torturado en los camiones de
traslado, y reprimido con gas pimienta, quemado con cigarrillos, mojado con
manguera de incendios, golpeado con palos, patadas y puños", explicaron.
Los integrantes de la Comisión indicaron que "las
secuelas de semejante maltrato se observan en su cuerpo a través de gran
cantidad de cicatrices y que muchos informes penitenciarios donde se registra
que tuvo pelea con otros detenidos no son reales, sino que tienen que ver con represión
o ataques sufridos".
Finalmente, la CPM comentó que "los traslados
constantes y torturas han afectado sus vínculos familiares, la imposibilidad de
ver con frecuencia a su hija de dos años, estudiar o trabajar y que tampoco le
han brindado asistencia psicológica".
La Comisión Provincial Por la Memoria, que está integrada
entre otros por Adolfo Pérez Esquivel, Hugo Cañón, Marta Pelloni y Víctor de
Gennaro, destacó "las distintas acciones positivas llevadas a cabo por el
Estado provincial como el cierre de la Unidad 29 y de los pabellones de
prevención de conductas violentas".
Sin embargo "esto no es suficiente, hace falta más
esfuerzos y cambiar la política de seguridad y penitenciaria para terminar con
estas prácticas. Es urgente terminar con la tortura y la impunidad que la
sostiene", concluye el comunicado