El castigo injustificado del mercado financiero hacia la República Argentina

En el contexto mundial, la reforma financiera y económica realizada por nuestro país no tiene precedentes. Con la decisión estratégica inicialmente de Néstor Kirchner y luego continuada por Cristina Fernández de Kirchner se pudo reestructurar el 92% de la deuda pública que hoy se encuentra en condiciones de regular estado de cumplimiento.

El gobierno argentino desde el 2003 hasta la fecha no ha incrementado impuestos. Solamente ha hecho una modificación de retenciones fijas a móviles en hidrocarburos y fijó un tope máximo de 35 % en las retenciones a la soja. Luego mantuvo la estructura tributaria preexistente incrementando la participación relativa del impuesto a las ganancias en la recaudación total del sistema tributario.

Respecto al cumplimiento de las obligaciones financieras, ha respetado escrupulosamente cada uno de los compromisos asumidos. No promovió el default de la deuda pero renegoció en condiciones satisfactorias a los efectos de cumplir aceptablemente y con responsabilidad los compromisos contraídos.

Queda una pequeña porción de bonistas no adheridos al canje y la renegociación del Club de París que merece una estrategia entre países compatible con la disponibilidad de medios de pago en el marco de la volatilidad internacional. Esta deuda tampoco fue contraída por esta administración.

En consecuencia, es inadmisible castigar a la Argentina con primas de riesgo elevadas cuando efectivamente ha cumplido con sus obligaciones en un contexto de casi el 8% anual acumulativo de crecimiento en el período 2003-2011, que ha aumentado sus reservas en un 348 % y sus exportaciones de 25.600 millones de dólares en 2002 a más de 83.000 millones de dólares en 2011.

Ningún indicador objetivo puede generar semejante castigo. Solamente razones ideológicas o prejuicios. O irracionalidad pura a la hora de tomar posiciones.

Un país que redujo su exposición de deuda/PIB de más del 160 % en 2002 a 42 % actualmente es un país que merece atención. Del mismo modo que merece atención por haber crecido casi el 100% en 9 años o porque redujo desempleo de 25% a menos del 7% creando más de 5 millones de empleos en el marco del pleno desenvolvimiento de las instituciones democráticas.

Pretender asociar este castigo a la acción de los bonistas o grupos empresariales que reclama ante el CIADI es absurdo ya que Argentina reconoce que las decisiones del CIADI son definitivas y obligatorias y deben ser cumplidas como si se tratase de una sentencia firme dictada por un tribunal existente en dicho Estado. En tal sentido, la característica distintiva del Convenio del CIADI es la obligación del artículo 54(1) del Convenio de equiparar los laudos del CIADI a una sentencia firme de un tribunal local existente.

Argentina ha contribuido con su tasa de crecimiento económico en un 8 % en el comercio internacional pasando del 0,37 al 0,40 % del comercio mundial con un volumen de importación equivalente a 74.000 millones de dólares en el año 2011.

Argentina respeta las normas de la OMC y cumple sus compromisos internacionales.

Argentina es un país que contribuye a la paz internacional, que promueve el desarrollo de la producción y el comercio internacional y que establece un sistema de relaciones abiertas con el mundo en base a principios insoslayables.

Por ello,  el mercado financiero debe bregar activamente para disminuir la tasa de riesgo compatible con un dígito que es la base para la obtención de un financiamiento activo para potenciar más y mejores inversores.

 Jorge Capitanich, 

Gobernador del Chaco

Este artículo fue publicado en Newsletter de la Embajada Argentina en Washington