Un debilitado Moyano juega sus últimas cartas para seguir al frente de la CGT

Moyano se negó a acatar la anulación de la convocatoria de las elecciones sindicales decretada esta semana por el Gobierno por considerar que se trata de "una medida política" para "favorecer al otro sector", es decir, a aquellos dirigentes de la CGT que piden una renovación en la cúpula sindical.
 
El líder de la CGT, que aspira a ser reelegido para un tercer mandato en las elecciones sindicales convocadas para el próximo día 12, volvió a insinuar durante una entrevista con 'Clarín' que las autoridades argentinas intentan "domesticar" y dividir a los gremios que integran la central obrera.
 
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, replicó desde el diario 'Página/12' que "decir eso implica desconocer el trabajo realizado por este Gobierno y la posición histórica que tuvo de promover la unidad del movimiento obrero" y afirmó que la CGT "sufre una crisis de conducción y debe resolverla".
 
Moyano comparó la gestión del expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) con la de su esposa y sucesora, Fernández: "Con él discutíamos en buenos términos, pero siempre llegábamos a una solución. El tema es cuando no se discute, no se habla".
 
Para el líder de la CGT, la negativa de la presidenta a dialogar la "está aislando. Cree que puede gobernar con los que aplauden, con los que hacen puchero, con los que se ríen cuando ella se ríe."
 
Por el contrario, Tomada declaró que "a Moyano siempre se le atendió el teléfono, en todo caso es Moyano quien no ha llamado".
 
El enfrentamiento de Moyano con el Gobierno de Cristina Fernández culminó el pasado 27 de junio con una huelga nacional y una manifestación que lejos estuvo de ser la soñada por el líder de la CGT en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada.
 
Las diferencias entre ambos se hicieron evidentes en vísperas de los comicios presidenciales el pasado octubre, cuando Moyano fracasó en su intento de incluir a sindicalistas en las listas electorales.
 
"Debe estar arrepentida de no haberme hecho caso", dijo Moyano respecto a la decisión de Fernández de situar en la vicepresidencia a Amado Boudou, actualmente investigado por presunta corrupción, en vez de al sindicalista Héctor Recalde como vicepresidente, aunque poco dijo del apoyo que la CGT le brindó al vicepresidente, cuando se había postulado como pre candidato a la Jefatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.