Un paro medio raro
Comenzó el paro de transporte con un reclamo por Ganancias en el centro de la polémica
martes 31 de marzo de 2015, 01:58h
La medida de fuerza por 24 horas, impulsada por los
sindicatos del sector, fue apoyada por las centrales obreras disidentes, cuestionada
por numerosos sindicatos de distintas actividades y rechazada por funcionarios
del gobierno nacional, quienes la calificaron de "política" y
descartaron modificaciones al mínimo no imponible del impuesto, eje de la
protesta.
El ministro de
Economía, Axel Kicillof, aseguró que el impuesto a las Ganancias, en la cuarta
categoría, afecta aproximadamente "a un 10, a lo sumo 15% de los
trabajadores de la UTA y otros gremios del transporte", quienes ganan por
encima de 15.000 pesos mensuales, y criticó a quienes pararán mañana "en
solidaridad con los que más ganan".
En el mismo sentido, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández
completó los argumentos del titular de la cartera de Hacienda al afirmar que
"las razones son políticas" respecto del paro de transportes
declarado para este martes.
En rueda de prensa en Casa de Gobierno, tras reunirse con
representantes de distintas cámaras de empresarios del transporte de todo el
país, tanto Fernández como Kicillof reiteraron que no habrá modificaciones
sobre el impuesto a las ganancias y que de su aplicación depende el
financiamiento de políticas de Estado que benefician a los sectores más
vulnerables.
"Nosotros defendemos el impuesto a los altos ingresos de los
asalariados, también siempre y cuando afecten sólo a un diez por ciento de los
trabajadores", señaló el ministro de Economía.
Por su parte, el
ministro de Trabajo, Carlos Tomada, calificó a la medida como
"desproporcionada" y su par del Interior y Transporte, Florencio
Randazzo, consideró que el paro está "absolutamente fuera de lugar"
dado que la medida la toman "gremios que han sido privilegiados en los
últimos años por las políticas del gobierno nacional".
La medida de fuerza fue anunciada oficialmente el 25 de
marzo último, cuando representantes de gremios de transporte ferroviario,
automotores, aeronáuticos, camioneros y náuticos anunciaron un cese de
actividades por 24 horas desde las 0 de este martes.
Con el eje del reclamo puesto en el impuesto a las
ganancias, los 23 gremios nucleados en la Confederación Argentina de
Trabajadores del Transporte recibieron la adhesión de las centrales opositoras
que encabezan Luis Barrionuevo y Hugo Moyano, quien redobló la apuesta
decretando un paro nacional en todas las ramas que convergen en sus
confederaciones.
También expresó su acompañamiento a la medida la CTA
Autónoma, que conduce Pablo Micheli, pero a diferencia de otros paros lo hará
sin piquetes ni cortes de ruta.
Quienes sí anunciaron la realización de cortes y piquetes en
adhesión a la medidas de fuerza fueron los partidos de izquierda que
difundieron un cronograma de protestas que incluye el bloque de los accesos a
la ciudad de Buenos Aires y cortes de ruta en el conurbano y el interior del
país.
Sin embargo, diferentes sectores gremiales salieron al cruce
de la medida, cuestionando el momento y la metodología impulsada, así como que
la reivindicación central sea la modificación del impuesto a las ganancias.
Dos días después del anuncio de la jornada de protesta, el
consejo directivo de la CGT, que lidera el dirigente metalúrgico Antonio Caló,
decidió "no adherir" a la medida de fuerza luego de una reunión
realizada en el Sindicato de Peones de Taxis (SPT) de Omar Viviani, donde la
decisión fue respaldada por "los dirigentes presentes".
"Casi todos coincidieron en señalar que no se duda de
la legitimidad del reclamo por el impuesto a las Ganancias pero, en la agenda
propia, se prioriza la defensa de los puestos de trabajo y el combate al empleo
en negro", afirmó el consejo directivo.
En sintonía con lo definido por esta central, el titular de
la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, ratificó que la organización sindical que
conduce "no va a llevar adelante ningún tipo de medida", remarcó, y
afirmó que "para la UF la estabilidad laboral es uno de los aspectos
principales y en esta última etapa no sólo hemos tenido estabilidad laboral
sino además nuevos puestos de trabajo".
En tanto, mediante una solicitada publicada hoy, 48
organizaciones gremiales, de primero y segundo grado, radicadas en las
provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires y en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, nucleadas en la Corriente Político Sindical Federal
se distanciaron de la convocatoria al considerar que "los verdaderos
enemigos son las corporaciones económicas".
En paralelo, el titular de la CTA de Trabajadores, Hugo
Yasky, ratificó que esa central no adhiere al paro ya que "la lógica que
se aplica invierte lo que históricamente fue la lucha del movimiento obrero
argentino donde los que más derechos tienen, luchaban por los que tienen menos
derechos".
De esta manera, Yasky explicó que "el paro está
convocado por el 15% de los trabajadores que se encuentran en la cima de la
pirámide salarial", lo que a su parecer "no tiene nada que ver con la
tradición ni la historia del movimiento obrero".