Mensaje de Timerman
Argentina reiteró a Estados Unidos e Israel que no tolera ser "un teatro de operaciones por conflictos ajenos"
martes 17 de febrero de 2015, 17:11h
El gobierno argentino reiteró a través de su canciller,
Héctor Timerman, el pedido a los gobiernos de Estados Unidos y de Israel para
que la causa del atentado a la AMIA "sea incluido en las negociaciones con
la República Islámica de Irán", destacó que "el pueblo argentino no
tiene que tolerar que su país sea un teatro de operaciones políticas y de
inteligencia", y remarcó la posición del gobierno de "impedir que los
enfrentamientos históricos en sus países de origen sean dirimidos en la
Argentina".
Desde Casa de Gobierno, el canciller Timerman dio lectura de
las cartas entregadas a los embajadores de Estados Unidos, Noah Mamet, y de
Israel, Dorit Shavit, donde manifiesta la "preocupación" del gobierno
argentino por las divergencias de ambos países en torno a un acuerdo para
reducir tensiones sobre temas nucleares entre países del Consejo de Seguridad y
la República Islámica de Irán.
En ese marco, la nota dirigida a los cancilleres de Estados
Unidos y de Israel, John Kerry y Avigdor Lieberman respectivamente, reitera el
pedido para que "el tema de la AMIA sea incluido en las negociaciones con
la República Islámica de Irán", recordando que el atentado ocurrido hace
casi 21 años costó la vida de 85 personas.
"La Argentina observa con suma preocupación la
creciente frecuencia con que muchos países son utilizados como escenarios en
los que otros Estados intervienen para definir disputas en función de sus
propios intereses geopolíticos. También nos preocupa ver cómo se utilizan
mecanismos de propaganda abierta o encubierta para tales fines. Mi país rechaza
tales actos y pretende que no sucedan en su territorio", señaló la carta.
Y advirtió que: "en varias oportunidades hemos
expresado que la Argentina no tiene ningún interés estratégico, ni militar ni
de inteligencia y menos de espionaje en la zona de Medio Oriente. Nos oponemos,
por principios políticos y morales a cualquier acto que promueva la violencia o
la violación de la soberanía tanto en forma abierta como en forma encubierta.
Argentina se ve en la necesidad de reiterar que nuestro territorio no sea
utilizado para fines de intereses geopolíticos y militares de terceros países".
"El pueblo argentino no tiene que tolerar, y mucho
menos sufrir, que su país sea un teatro de operaciones políticas, de
inteligencia, o peor aún, de hechos y acciones más graves, por conflictos que
le son completamente ajenos a su historia, a su idiosincrasia y a sus
costumbres", agregó.
En otro párrafo Timerman señaló que "seguiremos
confiando en el Poder Judicial de Argentina, responsable de su esclarecimiento
en virtud de la división de poderes", aunque resaltó que "aún no ha
logrado detener, juzgar ni condenar a los perpetradores de tan aterrador
hecho".
Timerman también recordó el primer atentado del terrorismo
internacional sufrido en Argentina con la explosión de la Embajada de Israel,
en marzo de 1992, al señalar que "la responsabilidad de la investigación,
por las leyes diplomáticas vigentes, es de la Corte Suprema de Justicia, la
cual hace años que no informa sobre ninguna actuación o avance en la
investigación".
Del mismo modo, el canciller aludió al terrorismo de Estado,
entre 1976 y 1983, donde "miles de argentinos fueron "perseguidos,
torturados, asesinados y desaparecidos".
"Aún hoy desconocemos el paradero de 400 niños nacidos
en cautiverio y apropiados por los dictadores y sus secuaces", recordó al
destacar que "sin embargo, no hubo un sólo caso de venganza".
"Ningún represor murió en Argentina ni en otro país
porque explotó una bomba debajo de su automóvil o por un misil dirigido a su
domicilio o por la intervención militar, decididas cualquiera de estas acciones
por el Estado", planteó el texto que recordó que la Argentina "ha
sido, y seguirá siendo una tierra de redención para millones de personas que
fueron perseguidas en sus países de origen".
El canciller solicitó, también, que "el personal
diplomático acreditado en nuestro país observe las normas y conductas
estipuladas por la Convención de Viena o el derecho local en los casos no
regidos por dicho acuerdo internacional, en especial sobre la no interferencia
en los asuntos internos en las jurisdicciones donde prestan servicio".
Por último, ratificó el deseo de la Argentina de
"seguir conversando sobre estos temas en cada oportunidad" con el
objetivo de "fortalecer los lazos de amistad que unen a nuestros
países", concluyó.