"La única lucha que se pierde es la que no se da"
miércoles 06 de agosto de 2014, 09:37h
Un día luminoso, lleno de vida, los argentinos hoy, somos un
poco mejores, hemos recuperado la humanidad perdida en las noches del terror,
implantada por una lógica perversa, ni mas ni menos que la muerte y el robo de
identidad.
Ese ser humano maravilloso, mágico, único que es Estela ha
tenido doble premio a su constancia y abnegación, se ha recuperado el nieto 114
de las garras del silencio y la impunidad y es Guido su nieto, su motor de vida
desde que la desaparición y muerte, entraron como torbellino en su existencia,
convulsionando su vida.
Reconocida junto a Madres, las Abuelas son el máximo símbolo
de la resistencia pacífica, sin venganzas personales, con verdad , memoria y
justicia, crecieron como flores únicas en un mundo lleno de odio y rencor, que
las posicionó en el ámbito internacional como etiqueta del deber ser en la
lucha por los derechos humanos, junto a la imagen de paz de la Argentina, pese
al terrorismo de estado genocida.
No podría estar hoy Guido junto a su abuela, ni los otros
113 nietos recuperados, sino fuese por Néstor y Cristina, que cambiaron el
curso de la historia, que seguía el camino de la impunidad y el olvido, fueron
los nietos la primer fisura de una Justicia que no quería seguir investigando,
pero el rapto es un delito que permanece en el tiempo, eso permitió ir
demoliendo el edificio levantado por las leyes de la impunidad e indulto, que
en democracia quisieron tapar el sol.
Hemos llorado ayer, por suerte esta vez de emoción, un
llanto de alegría y felicidad, de reparación social y para esas abnegadas
militantes de la vida, como Abuela y Madres de Plaza de Mayo, un monumento de
humanidad.
Felicidades Estela querida, te queremos, te apreciamos, te
respetamos y admiramos porque constituís lo mejor de nosotros como personas.
JORGE RACHID