domingo 06 de julio de 2014, 11:30h
Quienes militamos en política desde hace décadas, pensamos
que nunca veríamos un proceso político como el actual, recuperando soberanía
política y ampliando los derechos sociales en el camino de la justicia social.
Pero que finalmente el ASESINATO DE MONSEÑOR ANGELETTI EN LA RIOJA, pudiese ser
demostrado era un sueño utópico, que se cumplió ayer.
Los genocidas Menéndez y Estrella fueron condenados a
perpetua, pero además trasladados a cárcel común como corresponde al
cumplimiento penal y social de la pena impuesta. Fue una planificación, como la
muerte de Monseñor Ponce de León en San Nicolás, del cual se habla poco aún
hoy, participaron los grupos de Cruzados de la Fe verdaderos soldados
ultramontanos del siglo XX, caidos de la historia, que pretendieron "limpiar"
al país con la Cruz y la Espada, de personas como nosotros, militantes
políticos, sociales, religiosos, universitarios instalando un odio social que
persiste hasta nuestros días.
En esas manos estuvo la Argentina, de tipos que se creían
tener un mandato divino, de Dios de proceder a denigrar la condición humana con
las prácticas mas viles jamás imaginadas. Mataron a los monjes Palotinos,
sacerdotes de la Teología de la Liberación, chicos y chicas de los movimientos
cristianos, tiraron de los aviones seres humanos vivos al mar, robaron bebés y
mataron a sus madres al parir, fraguaron enfrentamientos, torturaron para robar
empresas, mataron por dinero, robaron todos los bienes. Una verdadera lacra de
seres humanos que han perdido tal condición.
Sin embargo la memoria colectiva se niega aún a incorporar a
estos hechos denigrantes, a la necesaria y activa participación civil en estos
hechos, muchos de cuyos empresarios hoy, no sólo siguen siendo protagonistas,
sino que propietarios de empresas extraídas bajo la ignominia de la laceración
de los cuerpos de sus verdaderos propietarios. Esos tipo siguen transitando los
canales, dando consejos y lo que es peor dando clases de moral activa, son los
mismos que nos hicieron pagar a todos los argentinos SUS DEUDAS PRIVADAS, bajo
la batuta de Cavallo en su paso por el Banco Central en los años 80, bajo la
dictadura de Galtieri, afianzando la deuda externa argentina que nos brinda una
batalla internacional en estos días, producto de aquellos años.
¿Alguno piensa que esto podría haber sucedido bajo otro
gobierno? Solo el peronismo recuperado de la traición y el tráfico ideológico
de los 90, del menemato que nos llenó de vergüenza, no sólo por la
transnacionalización de nuestra economía y el daño social producido en nombre
del peronismo, sino por haber incorporado a su gobierno algunos personajes de
los cuales hablamos, que hoy están condenados y presos por delitos de lesa
humanidad. La iglesia oficial también se debe una respuesta a estas preguntas y
autocríticas.
En este devenir del tiempo histórico, memoria, verdad y
justicia inscriben las mejores bases doctrinarias del peronismo, su identidad
confrontativa con los poderes imperiales, desde la tercera posición, no
equidistante, sino superadora de los capitalismos reinantes, recuperando al
hombre como la centralidad de la construcción social y política en nuestro
compromiso con el pueblo.
Jorge Rachid