Ecuador impulsa debate sobre el periodismo
sábado 22 de junio de 2013, 12:57h
La "Primera Cumbre para un Periodismo Responsable en los
nuevos tiempos" (CUPRE), impulsada por el gobierno de Rafael Correa y realizada
en Guayaquil entre el 19 y 20 de junio, es un reflejo de los cambios políticos
y comunicacionales que se están viviendo en América Latina y el Caribe.
La descomposición de numerosos partidos tradicionales y la
emergencia de nuevos movimientos sociales y sujetos políticos en esta última
década han tenido una incidencia directa en el campo de la comunicación. En
varios países de la región algunos de los medios más influyentes ocupan hoy el
espacio vacío dejado por aquellos partidos, y se han convertido en poderosas
fuerzas opositoras a los cambios que promueven los gobiernos progresistas. El
poder casi monopólico de la palabra y la imagen que tienen les permite impulsar
campañas mediático-políticas para debilitar a estos gobiernos mientras
tergiversan, difaman, ocultan o ignoran cambios que benefician a amplios
sectores de la población. Los ejemplos abundan.
El debate sobre el rol de los medios de comunicación masivos
no es nuevo para la mayoría de los periodistas. Lo novedoso es que por primera
vez diferentes gobiernos hicieron suyos los cuestionamientos que hacían en
solitario los que ejercían la profesión y luchaban desde la debilidad
intrínseca de los que no detentan el poder económico y su único capital era y
es el trabajo intelectual. El lanzamiento de TeleSur fue el primer paso para
generar información alternativa a nivel regional desde una mirada crítica de la
supuesta "objetividad" de la información que los medios más tradicionales aún
declaman, a pesar de que muchos de ellos fueron cómplices de las peores
dictaduras. El segundo paso fue el (re) surgimiento de televisiones y radios
públicas en países donde eran inexistentes o habían sido desmanteladas. En una
etapa reciente se aprobaron marcos jurídicos que intentan democratizar la
comunicación y multiplicar las voces, lo que implica un verdadero desafío pues
implica superar numerosos problemas, entre otros el económico.
En Ecuador la Asamblea Nacional aprobó el 14 de junio por
amplia mayoría una nueva "Ley orgánica de Comunicación" que se hilvanó con la
iniciativa de la "Cumbre para un Periodismo Responsable" inaugurada por el presidente
Rafael Correa. Su presencia no fue simbólica. Para resaltar su ya conocida
frase que América "no vive una época de cambios, sino un cambio de época" dijo
que "ya era hora que la ciudadanía vaya a la ofensiva, no a la defensiva de los
ataques de la derecha, del gran capital, del big business, del big media que se
nos han robado conceptos tan sublimes como la libertad, entre ellos la libertad
de expresión"
En la Cumbre no se eludió el estrecho vínculo que existe
entre la política y la información como lo ha demostrado el gobierno
ecuatoriano al abrirle las puertas de su embajada en Londres a Julian Assange,
el fundador de WikiLeaks. Fue justamente Assange, hombre convertido en noticia
por su propio peso y encierro, quien cerró la Cumbre por Skype desde
Londres. No ahorró críticas a algunos de
los medios más "prestigiosos" del mundo que ocultaron una parte de la
información que él les suministró, simplemente por defender intereses políticos
de sus gobiernos.
En la cumbre, además de intelectuales y periodistas de
varios países estaba Alí Rodríguez, secretario general de Unasur. Rafael Correa se dirigió a él y abiertamente
le dijo "ojalá se multipliquen a nivel regional a nivel de Unasur esta clase de
eventos". Cabe preguntarse si no ha llegado el momento de articular las
voces al máximo nivel político regional retomando la reciente iniciativa que
convocó a miles de personas en Guayaquil.