Del Mayo Francés al Cordobazo y las implicancias de un mes para la "Historia"
jueves 30 de mayo de 2013, 08:53h
El mes de mayo tiene una gran significación para el pasado
de nuestro país. Desde la gesta patriótica del 25 de mayo, pasando por la
presentación de la CGT de los Argentinos y el Cordobazo, siempre fue un mes
ligado a movimientos sociales y obreros que introdujeron grandes cambios de
época.
El mes de mayo es, evidentemente, un mes con ascendencia
revolucionaria y obrera.
Haciendo abstracción de todo un proceso histórico de años
que desemboca en la semana de mayo y en la gesta del 25 de mayo de 1810, se
podría decir que nuestra historia comienza en un mayo con tradición
revolucionaria que se encadena con Rosas, Yrigoyen y Perón.
La década del sesenta tiene "mayos" con hitos históricos
trascendentales a nivel nacional e internacional que, en ciertos casos, se dan
en forma contemporánea, como lo es el programa del 1° de mayo de 1968 de la CGT
de los Argentinos y el denominado Mayo Francés, ambos con grandes puntos de
contacto.
Un año después se producen dos hechos conectados de alto
voltaje insurreccional, como lo fueron el Rosariazo y el Cordobazo.
El Mayo Francés tiene origen estudiantil, sin embargo ello
no fue obstáculo para que esas protestas iniciadas por estudiantes, que ya en
ese momento se manifestaban contra la cultura que generaba la sociedad de
consumo, fueran multiplicándose con manifestaciones obreras primero aisladas y
después masivas y organizadas con el acople del movimiento obrero organizado y
del Partido Comunista Francés.
Es muy probable que nadie, ni el gobierno francés, ni los
iniciadores de la protesta, ni aquellos que le quisieron dar un tinte más
organizado, hayan podido evaluar la magnitud que tuvo la protesta con más de
nueve millones de trabajadores en huelga general.
A pesar de darse en un contexto internacional de auge de la
izquierda y de los proyectos políticos revolucionarios, como lo fue el triunfo
de la Revolución Cubana, las guerras de Indochina, Argel y Vietnam, y de la
proliferación de los movimientos revolucionarios en América Latina, semejante
manifestación de fuerza social no pudo ser canalizada con una dirección
política que pudiera plantearse la toma del poder.
En ese "mismo momento" hacía su "presentación en sociedad"
en nuestro país la CGT de los
Argentinos. Impregnada de un contexto político interno donde la dictadura de
Onganía iba generando paso a paso medidas que acrecentaban el malestar popular,
rompiendo también con las clases medias con lo que se dio en llamar la Noche de
los Bastones Largos (29/07/66) y de ese contexto político externo que muy
sucintamente hemos descripto.
En ese pasaje histórico, el 1° de mayo de 1968 se presenta
el programa de la CGT de los Argentinos que, contraponiéndose a la "filosofía"
de la CGT Azopardo comandada por Augusto Timoteo Vandor, proponía en tono de
programa político y de resistencia contra el Onganiato una fuerte impronta
anticapitalista. La pluma de Rodolfo Walsh fue la encargada de pasar a texto
ese programa que, entre otras cuestiones, planteaba y hacía alusión a: "...los
obispos del Tercer Mundo llevan a la práctica las enseñanzas de la Populorum
Progressio: "La Iglesia durante un siglo ha tolerado al capitalismo... pero no
puede más que regocijarse al ver aparecer en la humanidad otro sistema social
menos alejado de esa moral... La Iglesia saluda con orgullo y alegría una
humanidad nueva donde el honor no pertenece al dinero acumulado entre las manos
de unos pocos, sino a los trabajadores obreros y campesinos."
Para finalizar el documento con la siguiente proclama: "la
CGT convoca en suma a todos los sectores, con la única excepción de minorías
entregadoras y dirigentes corrompidos, a movilizarse en los cuatro rincones del
país para combatir de frente al imperialismo, los monopolios y el hambre. Esta
es la voluntad indudable de un pueblo harto de explotación e hipocresía, herido
en su libertad, atacado en sus derechos, ofendido en sus sentimientos, pero
dispuesto a ser el único protagonista de su destino. Alertamos que por luchar
junto a los pobres, con nuestra única bandera azul y blanca, los viejos y
nuevos inquisidores levantarán otras cruces, como vienen haciendo a lo largo de
los siglos. Pero nada nos habrá de detener, ni la cárcel ni la muerte. Porque
no se puede encarcelar y matar a todo el pueblo y porque la inmensa mayoría de
los argentinos, sin pactos electorales, sin aventuras colaboracionistas ni
golpistas, sabe que sólo el pueblo salvará al pueblo...".
No quedan dudas que este programa se traslada en su espíritu
y acción a lo que se denominó el Rosariazo, desembocando en el Cordobazo el 29
de mayo de 1969.
El Cordobazo, imbuido de la resistencia al régimen, se fue
gestando con innumerables actos de protesta y huelgas que paulatinamente se
fueron acrecentando durante todo el mes de mayo en todo el país, pero el
creciente clima insurreccional llega a su pináculo con el asesinato por parte
de las fuerzas de seguridad del militante radical Máximo Mena.
Ello produjo una reacción en cadena con una virulencia
inusitada que llevó a que la ciudad de Córdoba, prácticamente, quedara en manos
de las fuerzas populares que se manifestaban en las calles y hacían retroceder
a las propias fuerzas policiales.
Por supuesto que hubo detenidos y Agustín Tosco fue uno de
ellos, así como el secretario General de la CGT de los Argentinos, Raimundo
Ongaro.
Pero la contundencia de la fuerza popular dio como resultado
a mediano plazo la caída del Onganiato y selló las bases para la vuelta de
Perón y la salida democrática.
Mayo, un mes que marca a fuego a la Argentina con gestas
heroicas o con comienzos de importantes procesos que dejan huella en la
historia de nuestro país.
25 de mayo de 1810, 1° de mayo de 1968, 29 de mayo de 1969,
25 de mayo de 1973, 25 de mayo de 2003.