Uno de los traficantes de drogas que escapó a principios de semana durante un operativo que incautó unas 5.5 toneladas de cocaína fue capturado. Pero los otros, estimados en unos 14, siguen internados en la espesa selva tropical de la isla de Coiba, donde la policía intentará una operación de captura.
El precio de la droga –calculado en el mercado estadounidense en unos 25 mil dólares el kilo- asciende a mil 375 millones de dólares, un duro golpe para los carteles de droga colombianos, de donde se presume proviene el alijo.
La isla de Coiba, situada en el Pacífico mesoamericano, tiene uno de los bosques tropicales mejor conservados del continente, con alto endemismo y una extensión de 492 kilómetros cuadrados. La isla es la más grande del litoral pacífico del continente americano.
Los operativos de la policía deberán cubrir extensas zonas de selvas, colinas de hasta 200 metros de altitud, y una cadena de cerros en el centro de la isla, compuesta principalmente por el cerro de la Torre con 416 metros, y el cerro San Juan, con 406 metros de altitud. El litoral de la isla está compuesto por manglares, playas y acantilados, con una longitud de aproximadamente 200 kilómetros. Sus ríos son hábitat de 37 especies de anfibios y cocodrilos, y un bosque de galería con abundantes ceibas, árboles Panamá y enormes lianas conocidas como cola de mono.
Cubrir toda la extensión supone un contingente policial de unos 200 hombres, por lo que se presume que eventualmente algunos fugitivos podrán alcanzar las playas, preferentemente las del norte, más cercanas a tierra firme. Pero las aguas están infestadas de tiburones. La isla se separó de tierra firme hace unos 15 mi años, y es santuario de ballenas jorobadas, mantarrayas y tiburones martillo. Coiba tiene uno de los corales mejor conservados del pacífico americano.
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