Con gran asombro tres mujeres que estuvieron anoche acompañando el cuerpo sin vida de Jesús, han encontrado el sepulcro abierto esta mañana. El cuerpo había desaparecido, y un Ángel les ha anunciado que Jesús había resucitado. Una alegría inusitada se ha apoderado de las presentes, quienes han avisado a los amigos de Jesús.
Entre la población local ha cundido un júbilo, principalmente en los allegados al llamado Maestro, porque ha cumplido su promesa de resucitar al tercer día. Jesús había sido crucificado anteayer viernes, declarándose su muerte aproximadamente a las 3 de la tarde. Antes de llegar al Gólgota había sido flagelado inmisericordemente, le colocaron una corona de espinas, y durante el trayecto hacia el lugar donde erigieron la cruz, sudó sangre copiosamente.
Solamente un hombre lo ayudó durante un corto tramo, mientras la multitud le arrojó piedras, lo escupió y se burló del sentenciado. Casi a la hora de su muerte, un convicto también crucificado a su lado le dijo: “Señor, acuérdate de mí cuando estés en la Gloria”.
El cuerpo de Jesús no ha sido encontrado el resto de este día, pero ahora se refuerza la fe en que realmente es El Hijo de Dios.
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