El PP asume su derrota y felicita a Zapatero por ganar “en buena lid”

A las once menos cuarto, con el 85 por ciento de los votos ya escrutados, el coordinador de la campaña popular, Pío García Escudero, asumía la derrota con elegancia. Lo primero que hizo fue felicitar al PSOE por su victoria “si se confirman los datos”,  aunque a renglón seguido reconoció que “parece que la victoria es clara y que han ganado en buena lid”

No obstante, con la seriedad fruto de la derrota en su rostro, destacó que su partido  había obtenido “un gran resultado y un a subida muy importante en votos y escaños y eso nos produce una enorme satisfacción” mientras advertía  de que seguirán  “defendiendo los principios y valores que siempre ha defendido el PP”. García Escudero, que no aceptó preguntas en su comparecencia, destacó  la subida en número de votos de los dos principales partidos “en  detrimento de los partidos nacionalistas” El dirigente del PP no pudo disimular la tristeza por la derrota de su partido pero  manifestó “el profundo agradecimiento a los militantes y votantes del PP” que les ha dado su apoyo.

García Escudero lanzaba también un emotivo recuerdo para el ex concejal del PSOE asesinado, Isaías Carrasco. “Lamentamos que un crimen tan execrable se haya producido  y manifestamos nuestro  deseo de que no se vuelva a producir jamás”.

En la séptima planta de Génova Mariano Rajoy, su esposa, Elvira Rodríguez, y los hermanos del líder del PP permanecieron atentos toda la tarde a los datos que iban conociéndose en un principio “tranquilos y a la espera”. En otro despacho, la plana mayor del PP analizaba la situación capitaneados por Ángel Acebes junto a Eduardo Zaplana y el resto de la dirección popular intentando ‘digerir’  el vaivén de datos que iban llegando poco a poco a la sede de Génova en donde no se podía disimular ya los nervios ante el temor a una derrota humillante. 

Mientras, en la calle decenas de simpatizantes no desfallecían y blandiendo banderas del PP y de España seguían que el recuento de votos por una pantalla gigante, coreando consignas a favor de los populares y abucheando las imágenes de euforia que las televisiones ofrecían de la sede del PSOE en la calle de Ferraz.Las lágrimas no pudieron contenerse una vez conocido el resultado. 

A eso de las ocho de la noche, el propio  García Escudero aún mantenía cierto optimismo y vaticinaba un “resultado histórico” y “magnífico” para el PP dado que por entonces  la distancia entre un partido y otro era muy ajustada, aunque matizaba con cierta prudencia que “las encuestas sólo son encuesta y los sondeos son solo sondeos” y que lo mejor era esperar a los datos definitivos que arrojaran las urnas.

Por los pasillos algunos dirigentes del PP y la propia directora del gabinete de Rajoy, Carmen Martínez Castro, se llegaron a mostrar bastante optimistas. Según contaban, lo que les parecía más positivos era el alto grado de participación que había habido en las comunidades gobernadas por el PP – Madrid Valencia y Murcia fundamentalmente-,  mientras descendía el apoyo a los socialistas en sus  feudos más importantes, Cataluña y Andalucía. Para justificar ese precipitado triunfalismo recomendaban a los periodistas “fijarse en lo que ocurrió en el 93 y en el 96” cuando todas las encuestas de los diferentes medios de comunicación daban ganador al PSOE  y al final el PP ganaba las elecciones.

Incluso el secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, confirmaba al filo de las nueve de la noche que “todo estaba muy abierto” y que la dirección del partido no descartaba conseguir un mayor porcentaje de votos que en el 2004, lo que les servía de ‘consuelo’. Pero, al final, no pudo ser y en Génova no se pudo descorchar el champán.