Jesús de Polanco, como Umbral y Cisneros, tendrá una calle en su honor en Madrid

   El Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó este jueves que los recientemente fallecidos Jesús de Polanco, Francisco Umbral, Gabriel Cisneros, Enma Penella y Rodrigo Uría den nombre a una calle o un espacio público de la capital, una propuesta que contó con la unanimidad de los tres grupos municipales y en cuya votación únicamente se ausentó uno de los tres concejales del PP que se oponían a que el ex presidente del Grupo Prisa tuviera una calle.

   Según publica "El Mundo", durante la reunión del Grupo Municipal Popular, celebrada el miércoles por la tarde, hasta tres ediles mostraron su rechazo a que Polanco diera nombre a un espacio de Madrid. Así, los concejales-presidentes de las juntas de distrito de Moratalaz, Usera y Carabanchel, Fernando Martínez Vidal, Jesús Moreno y Carlos Izquierdo, respectivamente, no estaban de acuerdo con esta proposición, presentada conjuntamente por PP, PSOE e IU en el Pleno.

   Sin embargo, durante la votación de la propuesta, únicamente se ausentó del Salón de Plenos Martínez Vidal, mientras Moreno e Izquierdo permanecieron en el interior. Tampoco pudieron estar presentes en el salón plenario los ediles populares Isabel Martínez Cubells, que se encuentra enferma, Ana Romás, por problemas personales, y Luis Miguel Boto, por estar de viaje.

  Los concejales Fernando Martínez Vidal, Jesús Moreno y Carlos Izquierdo le trasladaron ayer su rechazo a que Jesús de Polanco dé nombre a una calle de Madrid durante la primera reunión del Grupo Municipal Popular previa a un Pleno. En este encuentro, los populares analizaron las diferentes iniciativas que llegaron hoy al Pleno y trataron la "estrategia en general" a desarrollar a lo largo de este curso político, según explicó a su conclusión el vicealcalde, Manuel Cobo.

  Además, Cobo negó que alguno de los 34 concejales del PP haya reclamado que se celebren más reuniones en el seno del propio grupo y aseguró que "siempre" que algún edil pida un encuentro, éste se celebrará. El vicealcalde afirmó que es "indudable" que los encuentros entre los concejales del PP se producirán cuando alguno de ellos lo solicite, ya sea antes de los plenos o para tratar temas de cualquiera de las áreas de Gobierno.

  Preguntado por si se había tratado en la reunión el malestar de algunos concejales por una posible falta de democracia interna en el PP municipal, en referencia a la carta que el edil Ángel Garrido remitió el pasado mes de julio a todos sus compañeros y al alcalde, b, el vicealcalde dijo: "No ha aparecido en ningún medio de comunicación ningún concejal concreto que haya dicho eso".


La polémica

   Están que trinan en el PP porque Gallardón se haya propuesto dar una calle a Jesús de Polanco. No es un secreto que el alcalde tuvo una buena relación con el editor de Prisa y era bien tratado en los medios del gigante de la prensa, radio y televisión.

   Este tema fue tratado con mucho interés en las tertulias radiofónicas este jueves al saberse la noticia, porque está lejana de pasar desapercibida. Como recoge El Mundo, incluso se ha producido una reunión del grupo popular en el Ayuntamiento de Madrid en la que varios concejales del PP se ha rebelado ante la iniciativa. Al parecer esta 'disidencia' viene de lejos, por otros motivos, sobre tratamiento respecto a otros concejales que estarían más cercanos al 'ala gallardonista' del PP madrileño.

   Con ese contexto de enfrentamiento llegaba la propuesta para debatir en el Pleno municipal de este jueves dedicar el nombre de varias calles a recientes fallecidos ilustres vinculados con la ciudad de Madrid, como el escritor y columnista Francisco Umbral, el político Gabriel Cisneros o la actriz Emma Penella. El problema surge con Jesús de Polanco, pues el resto no depara ninguna duda sobre su aprobación.

   Hay que recordar que no sólo se trata de conceder el nombre de una calle a un personaje vinculado con la izquierda mediática. No es tanto eso. Sino que Polanco nunca estuvo cerca de mantener una relación correcta con el PP y precisamente en su último año de vida protagonizó un duro enfrentamiento con el partido de Génova al tacharle de "guerracivilista" por generar, a su juicio, un ambiente de crispación política en la sociedad.