La democracia según Sarkozy

Envidia me da el país que es capaz de llevar a cualquiera a declarar, le imputa, le arresta, le detiene o le condena. Con independencia de quién es, a quién sirve y qué dinero tiene. Si es hijo de un rey o fue presidente de la república.

Y no es que le desee mal a nadie, ni que me invada el morbo demagógico de ver a los poderosos entre rejas. Lo único que me alegra a estas alturas es que, se sea quien se sea, una democracia pueda tener la capacidad de juzgar a cualquiera. Sin privilegio alguno.

Cuando Sarkozy se personó en la oficina de la policía judicial especializada en infracciones financieras y fiscales, sabía que podía ser retenido o detenido acusado de violación del secreto de instrucción y de tráfico de influencias.

Nanterre se ha despertado sembrando de titulares el mundo entero. No hay privilegios o, al menos, hay en Francia muchos menos privilegios que en este país en el que vivimos, lo que queda de España, sembrada de prebendas y ventajistas.

Lo fácil intelectualmente es llevar nuestra imaginación a la Revolución Francesa que no tuvimos. Pero lo riguroso es pensar que Francia es una república y nosotros somos todavía una democracia que mira de reojo al antiguo régimen.

Porque ser republicano no es sólo quitar o poner a un rey. Ser republicano (francés) es defender que todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones vivan donde vivan, tengan el color de piel que tengan o hayan sido lo que hayan sido.

Que Sarkozy haya financiado de forma ilegal su campaña de 2007 me importa menos que la democracia, que la transparencia y que la erradicación de todos y cada uno de los privilegios en los que ha podido sustentarse.

Que Sarkozy fuera financiado por el coronel Gadafi es una cuestión que, amén de no sorprenderme (y no me tiren de la lengua), me preocupa mucho menos que lo que me admira de la V República.

Que Sarkozy tuviera un red de informadores distribuidos por toda Francia, ni me quita el sueño, ni me provoca desasosiego alguno. Con tal de que sea detenido y juzgado, salga inocente o culpable, tiene este servidor bastante.

Lo que me preocuparía, lo que me provocaría un serio disgusto es que Sarkozy, por haber sido Presidente de la V República, permaneciera impune ante la financiación irregular, las donaciones sospechosas o la creación de una red de espionaje.

Tomen nota.