Por
Pascual Hernández del Moral.
sábado 17 de mayo de 2014, 17:35h
Seis años, para una memoria que ya comienza a
fallar, amigo Venancio, es mucho tiempo; por eso, te ruego que me disculpes si
en mis recuerdos cometo algún desliz. Fue allá por el año 2008, hace seis, que,
tras el concurso "Salvemos Eurovisión" ganó como representante de España el
amigo CHIQUILICUATRE, con esa canción de reggaetón llamada "Baila chiki-chiki"
creo. No sé si fue porque Buenafuente hizo muy buena propaganda de él o por qué
otras razones, la audiencia del festival de ese año fue espectacular. Es cierto
que la canción, "friki" como dicen ahora, la única que, por cierto, recibió
algún abucheo del público, era ligera, y nada complicada, y se nos pegó a casi
todos, y el cantor, un si es no es estrafalario Ya ves, compañero Venancio, un
friki que quedó en regular puesto en el dichoso concurso televisivo, que parece
de gente de orden: "El señor Jesucristo / nació en un pesebre. / Donde menos se
espera / salta la liebre", como podría decir la Biblia en verso.
Y este año, con una cantante de no mal parecer,
con el pelo chorreandoito y con excelentes cualidades vocales, España ha
quedado décima (o nona, que no lo sé muy bien). Yo, como todo el mundo, había
oído la canción varias veces en la radio, porque no acostumbro a ver la
televisión salvo los bichos de la 2 y, ciertamente, me ha agradado, aunque no
tanto como para ver el festival. Con todo, según cuentan las crónicas, más de
seis millones y medio de personas, casi un 41 % de la cuota de pantalla,
siguieron el festival. No creo que los asistentes a la "gala", que se dice hoy,
lo fueran por las excelencias del señor Íñigo, aunque no sean pocas, sino
porque la señora o señorita Ruth Lorenzo lo hacía muy bien.
Y tú te preguntarás, compañero Venancio, que a
qué santo viene este royo musical. Te lo diré: la cantidad de público que
siguió el anunciado y retrasado cara a cara televisivo entre el señor Arias
Cañete y la señora Valenciano fue casi insignificante: poco más de un millón
ochocientas mil personas, o sea, 9,5 % de la cuota de pantalla. Las otras
emisoras de televisión, Tele 5, Antena 3 y la Sexta, superaron a la 1 en número
de asistentes. O sea, que los televidentes no eligieron el "cara a cara" entre
los dos primeros espadas de los dos primeros partidos.
Habría que encontrar una explicación al poco
interés que despertó el "duelo" entre los contendientes. Se me ocurren algunas
razones, que te expondré, compadre Venancio, a la pata la llana:
La primera que se me ocurre es la desafección
del público a los políticos en general. Con la fama que se han labrado en los
medios de comunicación, que nos muestran a una buena parte de ellos en las
puertas de los juzgados, parece normal que la gente corriente "pase" de ellos,
convencida como está de que "todos son iguales".
La segunda es que casi nadie ve a Europa como
cosa próxima y decisiva. Por eso no interesa lo que puedan salir de las elecciones;
la mayoría ve a los eurodiputados como una reata de vividores, con un sueldo
enorme, que no hace nada más que viajar a Bruselas, fichar, y vuelta a casa,
a nuestras costillas, claro.
Y la tercera es que parece que ya está todo
dicho. En el "cara a cara", que no debate, cada uno de los dos canta su copla y
no oye al adversario. O sea, yo hablo y
tú te callas, y suelto "mi rollo"; y
cuando te toque a ti, me callaré mientras tú sueltas el tuyo. Y los rollos son
los siempre, lo que ya conocemos todos: el uno, lo bien que vamos y o mejor que
iremos si ganamos nosotros; la otra, cuidado que nos quitan las libertades, los
servicios sociales y hasta los calzoncillos, si nos descuidamos. De Europa, que
es lo que se ventila, nada o casi nada: nihil novum sub sole.
O sease, que, si descontamos a los periodistas
(los de verdad), a los tertulianos que hablan por boca de ganso, a los
sabelotodo de los medios y de los programas de famosillos, pocos más, muy pocos
más tuvimos el coraje de seguir el plúmbeo "cara a cara". Y yo me pregunto,
camarada Venancio: ¿sirve para algo este circo, dado que no lo ha visto casi
nadie, y ninguno ha dicho nada con sustancia?
Y al día siguiente, visto el escaso éxito del
espectáculo, se enzarzan uno y otra en una polémica sobre si la mujer, el
machismo, la "androfobia" y demás cosas peregrinas, que, por lo visto, es lo
más decisivo para los países que formamos la unión europea.
¡Poco o muy poco de las cosas de comer,
Venancio! La próxima vez, si quieren ganar audiencia, deberían llamar a
Chiquilicuatre y a Ruth Lorenzo; al menos, nos divertirían..