Hay quien mea en lata y no suena
Por
Pascual Hernández del Moral.
domingo 24 de noviembre de 2013, 00:57h
En mi otro pueblo,
Mengibar, se decía un refrán muy a propósito de lo de las distintas varas de
medir: "Hay quien mea en lata y no suena, y quien mea en lana y suena", o sea,
que asunto, querido amigo, no es DÓNDE se mea, sino QUIÉN mea. Pienso en eso
cuando busco la noticia en los medios de comunicación. 150 ó 200 energúmenos
entraron en la Facultad de Derecho, de los que una veintena se dirigió a los estudiantes
del Foro Francisco de Vitoria (a los que tenían "controlados"), para molerlos a
palos, supongo que para conseguir "una limpieza ideológica".
La Facultad de Derecho
de la Complutense, la del rector Carrillo, tiene, según los "antifas", fama de
ser una cueva de fascistas. De ahí que, para algunos puristas de ideología de
extrema izquierda (y el Bloque Antifascista de Estudiantes lo es), habría que
acabar con ellos por razones higiénicas. Casi seguro, que hicieron la
"incursión" con la seguridad (y la tranquilidad) de que no iba a pasarles nada.
La policía no puede entrar en ninguna facultad sin autorización del rector, y
el amigo Carrillo, ya se sabe, no iba a llamarla para que corrieran (y si se
dejaban, cogieran) a alguno de ellos, luchadores y defensores como son, de los
más acendrados valores democráticos, y de la mayor tolerancia ideológica.
Estos grupos
"antifas" la han tomado con Derecho, porque no es la primera vez que, ante la
pasividad del personal, han ocupado la facultad con las mismas terapéuticas intenciones.
Recuerde, querido lector, sin ir más lejos, que el 24 de octubre "próximo
pasado" (como se escribía en las cartas antes, cuando se escribían cartas) con
motivo de otra manifestación de cariño al ministro Wert, un grupo ataviado con
el oportuno pasamontañas, entró en la facultad con el mismo fin. No les salió
bien, porque la Vicedecana de la facultad, como una Agustina de Aragón, se les
plantó y, tras un educado debate en el que se dijeron frases tan brillantes y finas
como "Puta fascista", "Hija de puta", "¡Fíjate si te estamos respetando que
todavía no te hemos reventado la cabeza a hostias!" y otras lindezas, se
retiraron a sus campamentos de invierno.
Yo también participé,
allá en mi tierna juventud, de alguna que otra algarada sonada, en la que
solicitábamos "Autogestión"; manifestábamos una cierta contaminación de las
corrientes marxistas y libertarias que había difundido el mayo del 68, aunque
los que andábamos allá por los veinte años, no sabíamos muy bien qué era eso;
contábamos con la simpatía de la mayoría de la calle, y con el apoyo de los trabajadores
de la SEAT, muy revueltos a la sazón. La que más y mejor recuerdo fue una que
se hizo en el Rectorado de la UB, en la que se defenestró un busto de Franco, y
que acabó con "manifestación de desagravio al Caudillo" por cuenta de los del
SEU, que todavía existían aunque con poca presencia efectiva. Ya lo ve, querido
amigo: el que hoy es un hombre biempensante, padre prolífico y abuelo numeroso,
¡en las "barricadas" callejeras...! Por eso creo que, si las cosas son como eran,
estas hordas de "antifas", (si es que son estudiantes, cosa que no siempre se
puede asegurar), acabarán como reputados profesionales de esto o de aquello. Y
entonces, es posible que también se quejen de los que mean en lata.
Por cierto, no es que
los "Antifas" sean malos, aunque aporreen con palos y cascos de moto a los
pobres estudiantes que participan pacíficamente del Foro Francisco de Vitoria; lo
que debe preocuparnos es la complacencia del rector Carrillo, que no protege
como debiera a sus estudiantes. Recuerde que lo que pedíamos en mi época
heroica era "autogestión", pero no para abandonar a su suerte a unos pocos
estudiantes, por la inacción de su rector magnífico.
Y, oiga, casi nadie,
casi ningún medio de comunicación ha levantado la voz para clamar contra esa
agresión. Los "Antifas" tienen bula: dos líneas en el interior de los
periódicos, poco cosa en las emisoras, nada en las televisiones... La sociedad
siente por ellos probablemente la misma simpatía que sentía por nosotros en mis
años mozos. Pero olvidan que los tiempos han cambiado, que Franco se murió hace
treinta y ocho años, que ya hay libertad, que tenemos unas leyes democráticas
que nos obligan a todos, que hay otros cauces para enmendar lo que se crea
necesario, que...
Las efemérides las
carga el diablo: a lo mejor, los "antifas" estaban conmemorando el aniversario
de la muerte de José Antonio Primo de Rivera, o de la de Franco, que murieron
el 20 N; o quizá la muerte de Durruti, que, mire usted qué casualidad, también
se murió o lo "murieron", que no se sabe muy bien, en la misma fecha. Todos
recordarán el asalto a la librería Blanquerna por una horda de extrema derecha
anti-catalanista, en otra efemérides. El asalto provocó un cacareo increíble en
todos los gallineros, hasta en el Congreso. Pues la razzia de la que estamos
hablando, no ha provocado ningún revuelo. Se conoce que unos pocos estudiantes
"fascistas" de Derecho son de menos valer que unos pocos catalanes, en la Gran
Vía.
Lo que dicen en mi
pueblo: hay quien mea en lata y no suena, y quien mea en lana y suena.