Sarkozy vuelve a pasar de Zapatero, nos excluye de 'su' cumbre, y el español responde: "Ya hablaremos"

   "Lo más simple es que (los participantes) sean el G-8, que es incontestable, naturalmente con los rusos, al que convendría añadir al G-5 porque permitirá añadir sobre todo a India y China a este debate esencial", dijo Sarkozy en un discurso ante el pleno de la Eurocámara para presentar los resultados de la cumbre de la UE celebrada la semana pasada en Bruselas. Hasta ahora, el único líder europeo que ha pedido la participación de Zapatero en la cumbre internacional ha sido el primer ministro británico, Gordon Brown.

   El objetivo de la UE en esta cumbre internacional debería ser, a juicio de Sarkozy, "aportar la idea de una refundación del capitalismo internacional". "Lo que ha pasado es la traición de los valores del capitalismo, no el cuestionamiento de la economía de mercado", aseguró.

    Lo peor ha sido la excusa de Sarkozy: insistió en que invitar al presidente español podría crear problemas con Polonia. Resaltó que no es él quien decide sobre los miembros del G-8 y que invitar a España "planteará también el problema de Polonia y sus 38 millones de habitantes".

   "No soy yo quien decide los miembros del G-8, no es por mis méritos que Francia forma parte del G-8, me he encontrado con esta situación. Tratándose del G-8, podemos desear que España, que ha progresado mucho este año, que es una gran nación, una gran economía, tenga su lugar llegado el momento, pero no soy yo quien decido", resaltó el presidente francés.

Zapatero responde

   Y la respuesta del presidente español no ha podido ser otra al conocer esta nueva exclusión. "Ya hablaremos", se limitó a decir, cuando se le preguntó en los pasillos del Congreso si había hablado con Sarkozy.

   Fuentes de Moncloa apelaron a la prudencia y apostaron por esperar a que se defina cual será el formato de la Cumbre, cuándo se celebrará, quien ejercerá de anfitrión y quién cursará las invitaciones -si la UE, Estados Unidos o algún organismo financiero-. Así, el Gobierno interpreta las palabras de Sarkozy como una aportación "desde el punto de vista práctico", en la que el dirigente francés se limitó a apuntar cuál sería una forma sencilla de organizar la cita.

   De hecho, las fuentes insistieron en que el Gobierno considera que España debe estar presente en esa cumbre porque "tiene cosas que aportar", dado que es la octava economía del mundo y el tercer inversor internacional por detrás de Estados Unidos y Francia, y con una creciente presencia de empresas españolas en Latinoamérica y en todo el mundo.

   Además, subrayaron que España puede hacer aportaciones en esa cumbre gracias a la solidez del sistema financiero español y partiendo de los sistemas de control y de transparencia puestos en práctica por el Banco de España.

   Las fuentes señalaron que Zapatero no ha hablado con Sarkozy en los últimos días sobre este asunto. No obstante, en Moncloa recordaron que el primer ministro británico, Gordon Brown, uno de los miembros del G8, sí ha pedido la participación de España en la cumbre.