La hazaña de
José Tomás, que casi obligó a salir toreando calle Alcalá arriba y abajo los 24.000 felices espectadores que lo vieron en directo en Las Ventas, además de su valor táurico, tiene otro: el estadístico. Y es que hacía cuatro décadas largas que un coletudo no cortaba en la catedral del toreo cuatro orejas en una misma tarde. Fue la antítesis del de Galapagar y en otros tiempos.
Pongamos que hablo/escribo de
Manuel Benítez 'El Cordobés', quien apoyado a tope por el poder franquista, echó de los cosos a muchos de los aficionados dabuten, quienes no tragaban con su toreo bufo. Así el espada mandamás en los despachos, pero despreciado por los mejores aficionados y por la crítica serie -que se inclinaba por
Ordóñez, Bienvenida, Camino, El Viti etc.-, aprovechó para triunfar con facilidad en todos los cosos, Madrid incluido.
Nada que ver con esa gran parte de sesuda afición de Las Ventas actual, no sólo en el sanedrín sabio del tendido 7, que examinó con lupa al de Galapagar en este ya histórico 5-J. Pero José Tomás tenía la llave para abrir sus corazones e inflamarles el toreo: sus fogonazos de valor y de arte. Aunque, eso sí,
quien esto firma opina que la faena de su primer toro era sólo de una oreja, cual escribió en la crónica.
Pero es fácil llegar al éxtasis y la entrega cuando la verdad refulge en el ruedo. Como ocurre este viernes en que todos los medios generalistas de Madrid -excepto 'Público', tan exquisito él, que no da toros aunque sean la noticia del día, ¡viva el periodismo!- llevan a José Tomás a su primera página (vea nuestra revista de prensa) y le dedican amplísimos espacios interiores.
Dedicado a su hermano
El coletudo, fiel a sí mismo y a su personalidad hierática y distante, casi ni hizo declaraciones tras el festejo. Aunque perseguido por un amplio número de periodistas se limitó a comentar su alegría. Y añadió:
"el triunfo se lo dedico a mi abuelo Celestino -que fue el qu ele inculcó la afición-
y a mi hermano Antonio, él sabe porqué". Para qué mas. El de Galapagar habló donde tenía que hacerlo, en el ruedo venteño.
Algo más explícito, no mucho, desde luego, estuvo su apoderado
Salvador Boix, quien en declaraciones a 'Burladero.com' señaló que la tarde fue
"la reafirmación de lo que es José Tomás como torero". El apoderado del diestro de Galapagar cree que
"emocionar a tantísima gente con dos toros y cortar cuatro orejas es un hito histórico".
Tanto él como el exultante torero, por quien llegó a hablar también su representante, aseguró sentirse
"contento porque el público de Las Ventas ha podido ver realmente a José Tomás". El listón y el nivel de exigencia para el domingo 15, la próxima cita del diestro en Madrid,
"sigue, como siempre, intacto".
Por último, el otro 'culpable' de la explosión de José Tomás, o sea, el ganadero al que pertenecían los toros,
Victoriano del Río, comentó a ese medio que había sido
"muy emocionante presenciar un hecho histórico. Me siento partícipe de lo que ha sucedido en el ruedo".
Y, como es lógico, reclamó su parte de gloria por el contenido de una tarde marcada no sólo por el triunfo de José Tomás, sino también por el gran juego que habían dado en conjunto sus toros, cuatro de ellos premiados con una ovación en el arrastre.
"
Los toros, por supuesto, también han formado parte del espectáculo. Ha sido una corrida de toros magnífica que ha chocado con un monstruo como José Tomás que, después de seis años, ha vuelto con una capacidad y torería inigualables". Concluyó.
Pero la mejor conclusión para aficionados y público en general; lo mejor que queda es la repetición de José Tomás el próximo domingo día 15 en Las Ventas. Si para el 5-J había expectación, para ésta se eleva a la máxima potencia. Como los precios de las entradas en reventa. Es lo que tienen los genios sublimes sin interrupción.