Visto en prospección, el resultado de las elecciones internas del Partido Revolucionario Democrático para elegir a sus dirigentes es una opción de nuevos rumbos. Se trata de renovar al PRD, el partido más grande de Panamá. Renovarlo sin menoscabar sus principios, inspirados en su principal ideólogo, Omar Torrijos Herrera. Torrijos, padre del actual mandatario panameño y secretario general del partido, creó el PRD en la década del 80, tras lograr la firma del tratado Torrijos-Carter, que devolvió el Canal a los panameños.
La nueva línea del PRD, consciente de que debe formar cuadros políticos “de peso”, asume la dirección del Consejo Ejecutivo Nacional (CEN) en un año preelectoral, que debe ser preámbulo de una victoria en mayo de 2009. En la oposición panameña no hay líderes capaces de enfrentar al PRD, triunfe quien triunfe en las primarias perredistas para elegir el candidato a la presidencia de la república. Las figuras que se disputarán esta responsabilidad son Juan Carlos Navarro, actual alcalde capitalino, y Ernesto Pérez Balladares, ex·presidente durante el periodo 1994-1999.
Otros triunfos relevantes del domingo fueron los de Balbina Herrera, que repite como presidenta del colectivo político, y sus dos pupilos, Héctor Alemán y Pedro Miguel González, actual presidente de la Asamblea Nacional de Diputados. Alemán derrotó a Mitchel Dones, ministro del presidente Pérez Balladares. Pero Martín Torrijos colocó en el CEN a 4 de sus compañeros de nómina, para asegurar en el CEN una mayoría de 6 votos, de los 9 que componen la dirección del partido. Al final, una mayoría absoluta, pues no hay diferencias notorias entre Herrera y Torrijos.
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