El artista taiwanés Chen Chieh-jen denuncia la opresión del poder y defiende la universalidad de las víctimas en su trabajo 'Tribunal Militar y Prisión' (2007-2008) que exhibe el Museo Reina Sofía dentro del programa Producciones. Mediante dos vídeos proyectados en las salas contiguas -en los que prima el slow-motion y el silencio- el artista taiwanés recrea el devenir de una cárcel militar que existía en el Condado de Tapei, donde pasó su infancia.
Chen Chieh-jen invita al espectador a adentrase en la prisión de la mano de un disidente político ficticio que "simboliza a todas las personas perseguidas del pasado" y ver que ocurría entre aquellos muros, según ha explicado Susana Sanz, especialista en arte Chino, quien además está elaborando una tesis sobre el trabajo Chieh-jen. En el vídeo, este "fantasma" del pasado se topa con víctimas o marginados actuales de la sociedad (vagabundos, enfermos, inmigrantes...) a los que el disidente o 'fantasma' les va ofreciendo 'lapiceros' para contar su propia historia.
Así, Chen Chieh-jen reivindica la universalidad y la intemporalidad de las víctimas que existen en "todas las sociedades y en todas las épocas" porque "nadie tiene derecho a a decidir quiénes son las víctimas".
Con estos lapiceros, las víctimas contarán su historia, buscarán su identidad y "podrán expresar sus sentimientos", declara Chen Chieh-jen, quien se ha convertido en uno de los creadores taiwaneses más conocidos mundialmente por su contribución a la recuperación de la memoria histórica de su país, ya que ha sacado a la luz procesos de violencia y sometimiento mediante el vídeo, la performance y la fotografía.
En el segundo vídeo, mucho más corto, el artista taiwanés transmite la versión oficial del Gobierno sobre los años de la dictadura o la Ley Marcial en Taiwán y sobre quiénes fueron las víctimas. La mayoría de los actores que participan en este trabajo y que giran en un círculo del que no pueden escapar vigilados por una cámara, representan a la sociedad actual taiwanesa y son interpretados por marginados reales, que en algunos casos llegaron a ser detenidos por la policía taiwanesa tras participar en este vídeo.
Los personajes no están ni dentro ni fuera de la sociedad, como Taiwán, que es, según el artista, "un país no país". Lo importante son los individuos que pueden pertenecer a cualquier lugar del mundo. En este sentido, Pilar Citoler, presidenta del Patronato del Museo Reina Sofía, ha destacado que los vídeos de Chen Chieh-jen reflejan "la opresión y la tortura contra el pueblo" y simbolizan la esperanza "en el camino de la solidaridad".
Chen Chieh-jen nació en 1960 en Taoyuan, provincia de Taiwán y desde joven sintió fascinación por el mundo del arte. En los años ochenta comienza a interesarse por la performance y es en esta década cuando los movimientos culturales taiwaneses reivindican el fin de la dictadura militar y el levantamiento de la Ley Marcial, que se consiguió en 1987. Este hecho supuso un cambio histórico para Taiwán y para Chen, un momento de reflexión sobre sí mismo y sobre el arte.
En 2002 realizó su primer trabajo de videoarte titulado 'Lingchi-Echoes of a Historical Photograph', donde recrea la imagen fotográfica de un suplicio. Un año después y bajo el título 'The Factory', Chen reflexiona sobre la industrialización, la economía y la globalización.
En 2006 y bajo el título de 'The Rout', presentó una crítica a la situación de aislamiento que sufre Taiwán en la escena internacional a través de una huelga de astilleros taiwaneses (imagen que recuerda la de los astilleros en Liverpool durante el gobierno de Margaret Thatcher).
Este videoartista ha participado, entre otras, en la Bienal de Venecia 2005, en la Bienal de Estambul 2007 y en la exposición "El ojo pantalla", celebrada en Casino Luxemburgo, en 2007. Recientemente, la Asian Society and Museum de Nueva York le dedicó una exposición retrospectiva de su producción de Videoarte.
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