Sara Yohuate expone su colección en el Centro Cultural Juvenil Miguel de Cervantes

La emoción es el elemento esencial en la pintura de Yohuate, quien se abre paso entre colores turbulentos, cuerpos ingrávidos y vacíos herméticos. En esta exposición, como en toda su obra, la pintora no tiene límites en el uso del color, y combina sin rubor mezclas enigmáticas y formas para la imaginación.

Su pintura se mueve entre el realismo y la abstracción y conecta estos dos lenguajes. Y, a través de los 'agujeros', las veladuras, las transparencias misteriosas invita a palpar los sentimientos humanos más íntimos como los dolores, las pasiones y los sueños. El vacío y los rotos es la fórmula de Yohuate para expresar su abstracción.

Las miradas de los personajes de la pintora son perturbadoras. Tienen la fuerza de un imán y salen de seres que se hacen inolvidables. El cuadro 'Viene el cayuco' es un ejemplo. Los retratos reflejan también el alma que se esconde tras esas miradas. La potente pincelada de esta pintora madrileña también pone de relieve, además, el drama y el goce de los seres humanos.