Sólo tiene decidido reformar la Ley de educación y no adelanta si derogará otras > "Se ha apostado por negociar" />
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PP y PSOE inauguran la batalla electoral en sus radios más 'amigas'

Rajoy tiró por la tangente liberal en la encerrona de la COPE

Rajoy tiró por la tangente liberal en la encerrona de la COPE

> El día 17 de enero se sabrá si Gallardón entra en las listas
> "Mi mayor error fue no hacer debates en la campaña de 2004"
> Sólo tiene decidido reformar la Ley de educación y no adelanta si derogará otras
> "Se ha apostado por negociar con ETA y se ha desatendido a la economía"

Ha comenzado el año y también ya la pugna electoral.
Rajoy lo ha hecho con una entrevista en la COPE y seguirá mañana en Televisión Española. Zapatero tiene también hoy cita en la radio, en la SER, y mañana en el Foro Nueva Economía.
Mariano Rajoy fue mucho más fuerte que Jiménez Losantos. O lo que es lo mismo, "el maricomplejines" -Losantos dixit- batió al incendiario locutor de la COPE. Entre Federico Jiménez y el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, intentaron acorralar al presidente del PP para sacar de él el perfil más radical en una precampaña contra Zapatero. Pero don Mariano prefirió tirar de talante -cómo son las cosas-, talante liberal, claro, y evitó presentar un perfil polémico. Su postura fue la del hombre con argumentos y con propuestas frescas que ofrecer al electorado.

Salieron los temas más delicados, los más polémicos, los más actuales... pero no se engañen. El verdadero asunto estrella era la aparición o no de Gallardón en las listas electorales de Madrid. Rajoy supo cómo evitar responder y remitió al día 17 de este mes, cuando se reunirá el Comité Electoral del partido. Y lo hizo pese a las insistentes palabras de Losantos y Pedro J..  "Me apuesto lo que quiera a que le lleva de número dos", le dijo el locutor, y su acompañante se jugó una cena a favor de lo mismo en la que invitaría a todos los presentes en el estudio.

También supo sortear el temporal cuando le preguntaron -¿quizás con demasiadas ganas?- si continuaría al frente del PP en caso de derrota. "Mi voluntad es seguir al frente del partido aunque no gane las elecciones, pero no me planteo esa hipótesis", dijo Rajoy, aunque no tardaron en intentar evitar que cambiara de tema. Pero Mariano fue más fuerte y se impuso para cerrar el asunto.


El tono de la entrevista

Rajoy comenzó sosegado, con temas económicos ya adelantados por preguntas de oyentes que estaban preparadas. Jiménez Losantos, tan acostumbrado a cuestionar su liderazgo casi a diario, escondió sus críticas. "Me alegra verle así, con buenos ánimos", le dijo de despedida, no sin añadir esta perla: "Aunque tenga fama de inexpresivo se le nota que está contento".

También al comienzo estuvo muy contento con el líder del PP: "Ha venido fuerte, parece que le han sentado bien las vacaciones". Y se lo expresó sin ironías, a decir por el tono.


Las palabras más subidas de tono

Rajoy estuvo más crítico a la hora de hablar de la gestión de Zapatero, aunque con los tópicos de los últimos tiempos. "España no se merece tener un presidente así", comentó respecto al silencio del presidente después del polémico partido de fútbol entre las selecciones vasca y catalana en las navidades.

Más cosas. Comentó que ZP, en estos cuatro años en el poder, "ha intentado marginar a la media España que no le votó y apoyar incluso a los que no creen en el proyecto de España". Quizás por ello se lamentó de no haber debatido con Zapatero en la campaña de 2004: "Desde luego que el gran error fue no hacer debates". Eso que se lo diga a su director de campaña...

Y no quiso 'mojarse' respecto a un tema que en el círculo radical de la COPE le quisieron arrancar: el de derogar todas las leyes más polémicas del Gobierno de Zapatero. Rajoy estuvo de nuevo muy sosegado y no entró al trapo. Sólo reconoció que retocaría la última reforma en Educación y que incluso en la Ley de Memoria Histórica habría que valorar la conveniencia de nuevos cambios.

El resto, argumentos escuchados muchas veces en estos años: la negociación con ETA, la para él oscura Oficina Económica de Moncloa, la poca negociación con el PP para reformar Estatutos como el catalán...

Pero la clave estuvo en que Rajoy quiso ofrecer su cara más liberal y apartarse del perfil de líder polémico y belicoso para enfrentarse a Zapatero. Se desmarca de lo que algunos le piden porque considera que para ganar al socialista no le hacen falta esas actitudes, sino creer hasta el final en sus argumentos.
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