Zapatero, "orgulloso" por la labor que las tropas españolas realizan en Líbano

Zapatero que hizo una primera escala en el Aeropuerto Internacional de Beirut para recibir al primer ministro del país, Fouad Siniora, expresó este sábado a las tropas españolas destacadas en Líbano su "reconocimiento" y "agradecimiento" por la labor que desarrollan en defensa de la paz en este país en el marco de una misión con la que "hacen grande a España y a Naciones Unidas", "la patria de la paz".

   "Con vuestra misión, hacéis grande a vuestro país, España; hacéis grande a Naciones Unidas; hacéis grande la causa de la paz; hacéis grande el ideal de la democracia y la libertad", subrayó el jefe del Ejecutivo en su discurso ante los más de 700 militares congregados en el comedor de la Base Miguel de Cervantes.

   El presidente, tras realizar un recorrido por las instalaciones de la base militar española, se dirigió a los soldados, suboficiales y oficiales para manifestarles su "profunda satisfacción" por compartir este día con ellos y enfatizó su "reconocimiento y agradecimiento" por la tarea que desarrollan "representando a la patria de la paz", Naciones Unidas y España.

   Zapatero aprovechó para enviar una felicitación al Rey "en nombre de todos los servidores de España" por su septuagésimo cumpleaños y pronunció entonces el tradicional brindis por su Majestad. El jefe del Ejecutivo olvidó continuar con el grito de 'viva España' y uno de los militares decidió lanzar el grito, que fue seguido por todos los asistentes.

   Tras señalar que esta labor exige "compromiso, entrega y sacrificio", aseguró que ha constatado de manera directa la profesionalidad del Ejército español, su "disciplina" como "valor esencial" y su "profesionalidad" como "referencia para todos los ejércitos del mundo". "La paz es la tarea. La paz para Líbano, la paz para Oriente Próximo. De esta región depende en gran medida la paz en el mundo, la estabilidad, la paz, la reducción del terrorismo internacional y lo que pueden ser muchos conflictos latentes en el mundo", destacó el jefe del Ejecutivo.

   Zapatero incidió en que esta operación de paz es una misión "digna y ejemplar" y que los militares españoles deben sentirse "orgullosos" porque contribuyen a que la paz, la estabilidad y el progreso económico sean "el horizonte" de este país. "Podéis ya sentiros orgullos de vuestra tarea porque desde que estáis aquí se han salvado vidas, se han abierto puertas de esperanza, hay gente que vive mejor, niños que pueden ir a la escuela y hay ciudadanos que pueden soñar con la paz", aseveró.

   "Al igual que la inmensa mayoría de los españoles, me siento muy orgulloso de cómo trabajáis y como representáis la bandera que portáis en vuestros brazos. Es el mejor resumen de lo que representa vuestra tarea", indicó. El presidente reconoció el riesgo existente en este escenario y manifestó un recuerdo "con emoción" por los seis soldados "valientes" y "dignos" que perdieron la vida en el atentado del 24 de junio de 2007 en Jiyam.

Segunda visita de Zapatero

Se trata de la segunda visita del jefe del Ejecutivo a un contingente militar español en el exterior, tras el viaje que realizó a Afganistán en diciembre de 2005 con el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos y el entonces titular de Defensa, José Bono.

   Zapatero partió con destino a Líbano esta madrugada, a las 4.00 horas, desde la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), a bordo de un avión Airbus 310 de la Fuerza Aérea española. Acompañado por el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general de Ejército Félix Sanz Roldán, el jefe del Ejecutivo aterrizó en Beirut a las 9.10 horas y fue recibido por el 'premier' libanés, con quien mantuvo un breve encuentro en la sala de autoridades del aeródromo.

   Minutos después de su llegada a la capital libanesa, el presidente español y su delegación se trasladarán en helicóptero hasta la Base española Miguel de Cervantes, situada en Blat, en la región de Marjayún, en el sureste del país. Tras recibir los honores reglamentarios y pasar revista a la fuerza, Zapatero ha presidido la ceremonia de homenaje a los caídos, con especial recuerdo a los seis militares fallecidos en Jiyam en el atentado perpetrado el 24 de junio de 2006.

   La visita, de unas tres horas de duración, ha continuado con un recorrido por las instalaciones acompañado por el jefe de la Brigada Multinacional Este de FINUL y máximo responsable de los 1.100 efectivos del contingente español, el general de Brigada Casimiro José Sanjuan. Finalmente, el jefe del Ejecutivo ha compartido con ellos una copa de vino español y antes de emprender regreso hacia España.

   La Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura, con base en Botoa (Badajoz), es la unidad que lidera en esta rotación el destacamento español en Líbano y es la primera brigada pesada del Ejército de Tierra que asume esta responsabilidad.

   España mantiene desplegado desde otoño de 2006 un destacamento de 1.100 militares al frente del Sector Este de la FINUL. El grueso de las tropas se concentra en la Base Miguel de Cervantes, situada en Marjayún, y al frente de varios puestos de observación distribuidos en la zona oriental de la denominada 'línea azul', que marca la frontera con Israel. El contingente español se completa con varios oficiales destinados en el Cuartel General de la misión de Naciones Unidas en Líbano, situado en Naqura.

   Amparada en la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la misión de los 'cascos azules' se centra en garantizar el cumplimiento del alto el fuego entre Hezbolá y las Fuerzas de Defensa israelíes y en colaborar con el Gobierno libanés para que extienda su autoridad en toda la zona sur del país. Los soldados españoles se encargan además de realizar labores de desminado y asistencia sanitaria, entre otros cometidos. 

   Desde su llegada al país de los cedros, el contingente español ha desactivado más de 15.000 kilos de explosivo y municiones, ha desminado más de 400.000 metros cuadrados de terreno y ha sufrido seis bajas, los seis militares de la Brigada Paracaidista que fallecieron el 24 de junio de 2007 al ser alcanzado su vehículo blindado BMR por un coche bomba activado por control remoto.