Quiero aprovechar que Sempre en Galicia de Montevideo (el programa en idioma gallego más antiguo del mundo) cumple 74 años para pedir que el próximo año viajemos hasta la capital de mi recordada República Oriental del Uruguay para participar en las celebraciones del 75º Aniversario. Creo que tenemos una deuda con los emigrantes que el 3 de setiembre de 1950 deciden homenajear a Alfonso R. Castelao (fallecido en Buenos Aires en el mes de enero) por medio de una audición radial que fuese emitida en la lengua propia de Galicia.
Aquellos galleguistas (Canabal, Crestar, Couceiro, Leiras, Meilán, Pita, Somoza) eran admiradores y fieles seguidores del noble rianxeiro y sentían hondo dolor por su reciente fallecimiento. Eran tiempos en los que la radio era un medio de comunicación que contaba con muchísima audiencia y la intención era de acercarse, en las mañanas del domingo, a los hogares de los gallegos emigrados en el Río de la Plata (por onda corta también se escuchaba en la capital argentina) para alumbrar con sentimiento y así mantener nuestra identidad diferenciada.
El coste del espacio radial era pagado por los propios fundadores y también por un pequeño grupo de amigos que cada mes contribuía con una cuota de colaboración. Cuando se producía alguna baja en la recaudación, por lo que fuese, allí estaba siempre la mano generosa de don Jesús do Amenal (Jesús Canabal Fuentes) para arreglar el asunto. Hasta la muerte de Manuel Meilán Martínez en 1994 (el último de los fundadores y director desde 1950) el espacio fue sostenido por particulares (entre ellos los redactores-locutores que se fueron sucediendo) y luego pasó a ser una responsabilidad del Patronato da Cultura Galega al recibir la honrosa herencia de mantener activa la voz de los antepasados luchadores.
Hay que ser agradecido y por eso es hago un llamamiento para que los ciudadanos gallegos, mediante una gestión personal delante de las autoridades que estimen convenientes, soliciten la celebración de actividades culturales en la capital uruguaya en el venidero 2025 y así poder gritar fuerte: ¡VIVA SEMPRE EN GALICIA DE MONTEVIDEO! Pienso que este programa radial es un importante hito dentro de la larga historia de nuestra emigración y debe ser tenido en cuenta porque fortalece nuestro espíritu.
Estoy pensando en que hay dos municipios gallegos (el de Carballo y el de Rianxo) que tienen sobrados motivos para acercarse a Montevideo y celebrar una gran Festa da Irmandade Emigrante. En el caso de los rianxeiros, por ser Sempre en Galicia una homenaje cotidiana a Castelao y también porque fue el Patronato da Cultura Galega el que hizo la donación del busto en bronce a Castelao que se instaló en el Paseo da Ribeira en 1975. Se me ocurre que sería emotivo y muy hermoso que cincuenta años después, el actual alcalde dijese en Montevideo: Graciñas, Patronato da Cultura Galega. Os carballeses tamén teñen que sertirse orgullosos xa que diante do micrófono de Sempre en Galicia, leva 30 anos ininterrompidos, Xosé Antonio García de Seárez. O meu prezado amigo naceu en Sofán e reside en Montevideo desde o seu casamento coa filla montevideana duns emigrantes carballeses. O moi meritorio labor de Toni (director, locutor, redactor) debe ser aplaudido, premiado y reconocido ya que su buen hacer y constancia mantienen la emoción de poder disfrutar, en cada mañana de domingo, de una voz que nos lleva a participar, aunque lejos, de la alegría de saber que somos parte de la antigua nación de Breogán.
Por supuesto que además de Rianxo e Carballo, espero contar con los aportes de entidades e instituciones para que setiembre del próximo año sea inolvidable (en el recuerdo de muchos permanece la muy exitosa celebración del 40º Aniversario con “Milladoiro” en el Teatro Solís) para agradecerle a los que en la otra orilla del mar no dejaron que se apague la hoguera que mantiene viva a la galleguidad. No quiero olvidarme de señalar que uno de los fundadores de Sempre en Galicia, Alfredo Somoza Gutiérrez, fue diputado republicano y también presidente de la coruñesa Diputación Provincial en 1931. Además, otros dos fundadores (Canabal y Meilán) recibieron la Medalla Castelao. Lo cierto es que sin duda alguna, este histórico programa radial merece ser distinguido y galardonado pero se que el mejor regalo será el viajar a Montevideo para darle un fuerte abrazo colectivo a los descendientes de los fundadores y a los directivos del Patronato da Cultura Galega. Habrá discursos y palabras de elogio para el mérito de permanecer firmes, desde 1950, en un ético surco de identidad pero quizás lo más emotivo sean las dos palabras finales: Gracias, Muchas Gracias.
Manuel Suárez Suárez