El PP de Alberto Núñez Feijóo ha ganado las elecciones generales con más del 32% de los votos y 136 escaños, unas cifras que mejoran abismalmente las cosechadas en 2019 con Pablo Casado.
Sin embargo, no podrá gobernar, ya que el bloque ideológico de la derecha no llega a los 176 escaños que necesitaba para ostentar la mayoría absoluta.
El PSOE de Pedro Sánchez no sólo ha resistido el desgaste de estos años de gobierno, sino que además obtienen 2 escaños más que en 2019, 122, y mantienen el nivel como segunda fuerza política.
Entre los siguientes partidos fundamentales, Vox le gana la partida al experimento de unión de partidos de izquierdas que consiguió tejer Yolanda Díaz en Sumar. Los de Santiago Abascal han obtenido 33 escaños, aunque se dejan 19 por el camino. La nueva fuerza de izquierdas debuta con 31 escaños, lejos de los conseguidos por Unidas Podemos de Pablo Iglesias en 2019.
Con estas cifras, el bloque de las derechas (PP-Vox) no llegan a los 176 diputados necesarios para, en este duro contexto politico, poder gobernar e investir presidente a su principal candidato, Núñez Feijóo.
PP y Vox suman en total 169 escaños (136+33), y sólo pueden sumar a potenciales aliados como Unión del Pueblo Navarro (UPN), que obtiene un diputado. Coalición Canaria obtendría también uno, pero ha manifestado no querer formar parte de un acuerdo con Vox.
El PSOE, en todo caso, ha evitado el descalabro que todos los sondeos pronosticaban en los últimos meses, y logra incluso tener más diputados que hace 4 años gracias a que el bipartidismo vuelve a estar fuerte y Vox y Sumar no aguantan el tirón, además de contar con la desaparición de Ciudadanos.
Otra cosa será poder lograr la mayoría necesaria para conseguir otra investidura como presidente. Sólo con abstenciones de Junts y apoyo de ERC le dan las cifras para continuar en Moncloa, por lo que toda España teme una auténtica situación de bloqueo político. El fantasma de una repetición electoral dentro de unos meses está sobre el horizonte...
Si (
No(
