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Ya estaría prácticamente todo acordado

Encuentro entre las agrupaciones y el Grupo Basa Olmos deja más cerca el acuerdo por el gerenciamiento del Centro Gallego
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Encuentro entre las agrupaciones y el Grupo Basa Olmos deja más cerca el acuerdo por el gerenciamiento del Centro Gallego

Concurrieron todas las Agrupaciones menos A Terra

Por Eduardo Fleming
viernes 17 de mayo de 2019, 10:45h
Salvo la Agrupación A Terra, representantes de las Agrupaciones Galicia; Breogán; Celta; Salud y Cultura y Unión Gallega fueron recibidas este lunes por Raúl Olmos –presidente de la compañía- y su grupo de asesores legales y médico sanitarios, para concretar la letra chica que permita la firme del acuerdo, que consistiría, en un principio, en un gerenciamiento por 5 a 30 años, con opción a compra de las parcelas que constituyen el principal inmuebles.
La reunión se realizó en las oficinas que Olmos posee dentro de Crónica –medio periodístico que también maneja el grupo- y tras más de cuatro horas de reunión las coincidencias fueron casi totales, y solo resta que le comuniquen el resultado del encuentro a los asambleístas para que éstos den el visto bueno, y que la Agrupación A Terra mantenga su palabra y apruebe la propuesta.

Concurrieron por el Centro Gallego un nutrido grupo de asambleístas, entre otros, Aída Díaz, Marta Miguelez, Carmen Hermida, Mirtha Polín, Patricia Pérez, Fernando López e Inés Crestar. Lamentaron –pese a que ya lo habían anunciado- que no hubiera representantes de la Agrupación A Terra, ya que consideraron que eran muy importantes los puntos a tratar. Desde A Terra, acusaron a las agrupaciones de dilatar la negociación, mientras que desde el otro lado explicaron que los nuevos encuentros permitieron conseguir no sólo que se aumente la inversión del Grupo Basa Olmos, hasta lograr beneficios para los socios y trabajadores del Centro Gallego, que en la propuesta inicial no se encontraban contemplados.

Con las cartas ya sobre la mesa, y con el Grupo Basa Olmos decidido a hacerse cargo del Centro Gallego, el próximo 21 de mayo se definiría el futuro de la emblemática institución, tras el cuarto intermedio que se produjo en la última asamblea realizada el pasado 9 de mayo.

El acuerdo consistirá principalmente en otorgar el gerenciamiento sanitario por un plazo de cinco y hasta treinta años, pudiendo ejercer el grupo Basa Olmos una opción a compra, completa o parcial, en los próximos quince años a cambio de la cancelación de todos los pasivos que posea la histórica mutual tras las intervenciones judiciales que se mantienen desde el año 2012.

El Grupo Basa Olmos es gerenciador de Forjar Salud, y brindan asistencia a unos 800.000 afiliados de la UOM, entre otras Obras Sociales, contando con una amplia experiencia en el área sanitaria Argentina.

Uno de los grandes conflictos por los que atraviesa el Centro Gallego es el del pago de sueldos a los alrededor de 370 empleados que quedan en activo, quienes recibieron el mes pasado la insignificante suma de quinientos pesos totales, lo que hace insostenible la situación de los trabajadores y provoca que la deuda crezca de manera exorbitante mes a mes. Es por eso que ese fue uno de los puntos que se discutieron hasta el final, primando la postura de las Agrupaciones de exigir que una de las primeras acciones a realizar por el Grupo Basa Olmos debe ser el de aportar una buena cifra para ir acotando la deuda y principalmente que los empleados puedan cobrar montos más cercanos al sueldo que por ley les corresponde.

Otro de los aspectos claves que se analizaron fue el de la obligación que tendrá el Grupo Basa Olmos de atender a los socios desde el mismo momento en que se firme el convenio, derivándolos, hasta que el Centro Gallego esté en condiciones de satisfacer la demanda, a alguna otra sede del grupo. La atención a futuro se centrará en el actual edificio y los servicios que los socios recibirán será similar o mejor en algunos casos mejor a la atención que tendrían si el Centro Gallego hubiese seguido funcionando con normalidad, siendo esto superador del PMO (Programa Médico Obligatorio), sumando algunos servicios más y abonando la cuota actual que muchos siguen pagando, aún en estas circunstancias, dejando en claro que será inferior a la que se paga por una prepaga equivalente, como por ejemplo, la del Plan de Salud del Hospital Italiano.

Aún resuena la polémica Asamblea:
La polémica por el accionar implementado durante la última asamblea fue un tema que se trató durante la reunión y en la semana, ya que se generó un debate que aún es tema de conversación y acusación en las redes sociales. Los asambleístas que concurrieron a la reunión con Olmos, le pidieron “disculpas” al empresario por el bajo nivel que tuvo la asamblea, a la que calificaron de la “peor de la historia”, por el desarrollo que tuvo la misma, acusando al interventor y a la Agrupación A Terra de actuar en complicidad y con malas intenciones. Por el lado de la Agrupación A Terra se excusan por la inexperiencia de sus representantes, que se vieron “confundidos” durante gran parte de la asamblea y acusaron al resto de las agrupaciones de estar dilatando las negociaciones para que éstas no lleguen a buen puerto.

La principal diferencia que existió durante la última asamblea fue la de la aprobación de los balances, ya que de forma sorpresiva fue aprobado el del 2018 con los votos de los asambleístas de la Agrupación A Terra, que estuvo a punto de lograr la aprobación también del resto de los balances desde que está intervenida la institución, donde desde A Terra aducen que por un error de uno de sus asambleístas no lograron aprobarlos, mientras que desde las agrupaciones sostienen que se “dio vuelta” al darse cuenta de lo perjudicial que iba a resultar para quienes lo aprobaran en caso de que algún juicio fallara sobre el Centro Gallego, la responsabilidad recaería sobre quien nominalmente aprobara los mismos y eventualmente liberara de culpa y cargo a los interventores. Para que quede claro, en caso de haber un juicio desfavorable dentro de los años que estuvieron a cargo de la intervención si se hubiesen aprobado todos los balances los responsables iban a ser quienes aprobaran los mismos y no los interventores que fueron en definitiva los principales responsables del pésimo accionar. Precisamente, era uno de los puntos más importantes a tener en cuenta en cualquier negociación de gerenciamiento, el punto de partida económico financiero, la situación de caja y el verdadero inventario con el que se reciba, así como el estado edilicio en el que se comenzarán las necesarias y obligatorias reparaciones.

Este tema no es menor, ya que son numerosos los juicios que avanzan contra el Centro, ya sea de ex empleados u otros, como haber tenido una Directora Médica que no era justamente médica en la institución.

Dentro de las desprolijidades que se vivieron en la Asamblea se dio el caso que uno de los asambleístas no era nombrado a la hora de las votaciones, algunos dicen que por equivocación y otros aseguran que era para tener un voto menos a la hora de contabilizarlos, por lo que una y otra vez se tuvo que parar para hacerse notar y decir que estaba presente y habilitado para votar.

Deuda millonaria:
La deuda que tiene el Centro Gallego se calcula, en la actualidad, que es superior a los dos mil millones de pesos. La mayor parte corresponde a cargas impositivas con la AFIP, a la que se le debe aproximadamente mil millones de pesos, a los acreedores comerciales aproximadamente ciento cincuenta millones de pesos, y a empleados, ex empleados y juicios laborales en torno a los 800 millones de pesos, por lo que el Grupo Basa Olmos tendrá que encaminar la situación y realizar numerosas gestiones para poder poner en funcionamiento la institución.

Ya todos dijeron lo que tenían que decir, una lástima la falta de interés para encontrar una solución tanto del gobierno de España como del de Galicia ,y ahora, con la seguridad que en primer término el nombre del Centro Gallego no se perderá y continuará vigente –habrá que ver si le agregan Basa Salud -, la reincorporación de los socios que abonaron su cuota vía judicial, la continuidad de la mutual, el panteón, la biblioteca, el teatro y los bienes culturales (a pesar de los anuncios se comenta que las obras de arte no están en las mejores condiciones) quedarán a cargo de los socios históricos del Centro Gallego, solo resta esperar hasta el próximo 21 de mayo para que lo que parecía que era una desaparición segura, solo sea un gerenciamiento no soñado pero será la mejor “operación” para dejar con vida a una institución a la que muchos consideraban que tenía una “enfermedad terminal”.
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