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¡Viva el muy honorable Centro Gallego de Buenos Aires!

¡Viva el muy honorable Centro Gallego de Buenos Aires!

Por Manuel Suárez Suárez
lunes 30 de octubre de 2017, 08:36h

Dona Diáspora dejó de viajar por el mundo. Piensa que va siendo hora, después de siglo y medio de desplazamientos, de aposentar sus huesos en el fogón que le ofrece su amiga megalítica Pedra da Arca. Aunque está retirada hizo un último esfuerzo ya que siente estar en deuda con la emigración en tierras de la República Argentina. Además de agradecer el mate ---con el que cada mañana, desayuna--- no olvida las miles de toneladas de alimentos que envió el presidente Perón para alivio en la oscura noche franquista. Aquellos emigrantes estaban aquí en la parroquia a pesar de vivir lejos. Sabían que si perdían las raíces no tenían nada aunque hiciesen fortuna. Eran conscientes de que su mejora de vida tenía que ayudar al progreso en su aldea. Fueron capaces de construir el Centro Gallego de Buenos Aires. Una asociación que curaba la morriña con actividades culturales y las enfermedades con una asistencia médica de calidad. Hacerse socio fue siempre una buena elección.

El tiempo pasa y el Centro Gallego fue perdiendo asociados hasta casi ahogarse en las deudas. Ahora mismo está intervenido por mandato judicial. Es obligación de la intervención, al estar apartadas las autoridades electas, el mantener económicamente a la entidad. Quiere decir que es el dinero público el que paga los salarios de los empleados. Es curioso que el ministerio de Salud no tenga competencia alguna ya que el dinero (los pesos) salen del ministerio de Desarrollo Social. Los socios entienden que la intervención tiene carácter provisional. Se trata de recuperar la asociación para que vuelva a sus legítimos propietarios. Aquí es donde la cosa no va bien ya que el actual interventor nombró una cantidad de personas para solamente cobrar un alto salario. Antes la crítica que hacían era que tenía un excesivo cuadro de personal. Los empleados de toda la vida cobran mal y con retraso. Los nuevos ---más conocidos como “ñoquis”--- cobran con puntualidad. ¿Qué es lo que pasa? ¿Hay interés real en salir de la crisis?

Lo que vemos en el Centro Gallego es una muestra del sistema destructor de la convivencia que el gobierno aplica en diferentes espacios del territorio nacional. El gobierno practica con contundencia el dogma neoliberal lo cual significa que el Centro Gallego debe ser cerrado. La parte mutualista deberá ser privatizada para que una empresa se encargue de los servicios. Muy bien, digo yo que soy una vieja ignorante, pero el gobierno argentino no es el propietario. Los dueños son los socios que son los legítimos herederos de los emigrantes que sudaron para construir un edificio que es patrimonio arquitectónico de la ciudad de Buenos Aires. Creo que nadie puede vender, legalmente, lo que no es suyo. Claro que en esta narcotizada Argentina puede pasar cualquier cosa. Una buena parte del poder judicial es absolutamente sumiso al gobierno. Son demasiados los jueces que actúan bajo las órdenes directas del ministro Pepe o de la ministra Pepa. ¿Qué se puede hacer? ¿Hay alguna salida?

Para aún empeorar más el asunto de la recuperación del Centro Gallego tenemos la contra de los socios y ex directivos que apoyan al presidente Macri. En democracia hay libertad para elegir pero si votás a los enemigos de la sanidad mutualista, no te escondas. Con tu cobarde actitud estás hundiendo el lugar en el que tu abuelo puso el lomo. No olvides a los ancestros y no seas cómplice de un robo. Tenés que defender la herencia recibida y no permitir la privatización si es que llevás una gota de sangre gallega en las venas. No grites contra el interventor olvidando que tenés parte de responsabilidad en el desastre. Mi consejo es que hagas una petición formal de condonación de deudas (en la línea del arreglo con OSDE) para que tu mutualista pueda seguir caminando. Tendrás también que estudiar la separación jurídica de la sección cultural para convertir el actual “Instituto Argentino de Cultura Gallega” en una fundación con el aval patrimonial de la pinacoteca y del panteón social en la Chacarita. ¡Viva el muy honorable Centro Gallego de Buenos Aires!

Manuel Suárez Suárez

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