La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén ha condenado a cuatro años de prisión a A.M.R. por haber disparado y herido a un joven de Úbeda por venganza con el que mantenía una enemistad manifiesta después de una pelea en la que ambos se vieron implicados.
La condena se ha producido después de que el Ministerio Fiscal haya rebajado su petición de penas inicial que ascendía a 8 años de prisión hasta los cuatro años de cárcel y la defensa se haya mostrado conforme para así poder cerrar un acuerdo por conformidad de las partes.
Una vez alcanzado el acuerdo, A.M.R. ha reconocido su culpabilidad y se ha mostrado conforme con las penas impuestas. En concreto, se le ha condenado a dos años y medio de cárcel por intento de homicidio, seis meses de prisión por un delito de amenazas y otro año más por tenencia ilícita de armas.
Asimismo, el acuerdo recoge también la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante cinco años.
El acuerdo ha sido posible una vez que los padres del joven acusado han abonado ya los 5.707 euros que el Ministerio Fiscal le reclamaba por responsabilidad civil y como indemnización a la víctima, así como por la colaboración con la justicia del acusado que desde primera hora reconoció su autoría.
Los hechos se remontan a la madrugada del día 5 a 6 de diciembre de 2014 cuando el procesado tuvo una pelea con otro joven cuando ambos se encontraban en las inmediaciones de un pub de Úbeda.
Al día siguiente, según recogía el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación provisional, el procesado intentó atropellar al joven con el que se había peleado. Llegó incluso a subirse a la acera para poder llevárselo por delante. Finalmente no lo consiguió pero sí dejó claro a la víctima que su intención era "pegarle y tiro y matarle".
En la noche del 16 de diciembre de 2014, la víctima se encontraba con unos amigos en un descampado en el cerro de la Atalaya de la localidad de Úbeda, cuando el acusado se acercó con una pistola del calibre nueve milímetros parabellum exigiendo a la víctima que saliera del coche y se pusiera de rodillas.
Ante la negativa de la víctima, el acusado efectuó dos disparos, uno de los cuales impactó en la pierna del joven. Seguidamente se marchó del lugar amenazando al resto de jóvenes allí presentes a lo que advirtió que los mataría si llamaban a la policía.
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