Dos centenares de personas participan en Segovia en una marcha contra el Palacio de Congresos que promueve la Diputación

Con sus pancartas, acompañados por música reivindicativa y entonando cánticos, bajo la amenaza de lluvia, los manifestantes han partido hacia las 11.30 horas desde la plaza del Azoguejo, a los pies del Acueducto, para llegar hasta La Faisanera tras recorrer las calles San Francisco, Muerte y Vida, Buitrago y Alférez Provisional, la avenida de la Constitución, el denominado 'Camino de Baterías', la avenida Vicente Aleixandre y la carretera de la Granja.   

Miembros de Comisiones Obreras, Ecologistas en Acción, Equo, el 15M, el Foro Social, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Segovia de Izquierdas, UCCL y Yesca, colectivos convocantes de la iniciativa, han tomado parte en la marcha junto con vecinos de todas las edades de Segovia y municipios aledaños. En ella también ha estado representado el PSOE, uno de los detractores del proyecto desde que fuera anunciado.   

Aunque mostró su apoyo a la protesta, el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes (PSOE), no ha podido asistir a la convocatoria por encontrarse en la Conferencia Política que el partido al que representa celebra en Madrid. El regidor fue el promotor de una consulta popular en la que se recogieron más de 13.000 firmas en contra de la iniciativa de la Diputación.   

En su nombre ha acudido el concejal de Economía y Hacienda, Alfonso Reguera, quien ha señalado durante la jornada que el proyecto forma parte de una operación "estrictamente especulativa", sin fundamento de negocio o generación de riqueza y basada en el "expolio y la liquidación de la finca de Quitapesares".   

El espacio de reuniones prevé abrirse en un antiguo edificio palaciego, para cuya rehabilitación la Junta de Castilla y León aportará ocho millones de euros en diez años. En total, está prevista una inversión de 20 millones.   

El inmueble se ubica en terrenos de Segovia 21, sociedad de la que la Diputación es accionista mayoritaria. Forman parte de ella asimismo la Cámara de Comercio y Bankia y su administración única fue encomendada a Verae.   

El complejo cuenta con un recinto empresarial de 160.000 metros cuadrados, un campo de golf de competición, parcelas residenciales y un hotel NH cuyas obras están paralizadas. De todo ello, sólo el campo de golf, que cuenta con 270 socios, está en plena actividad.

Proyecto "inútil"   

Las organizaciones convocantes se han quejado de que la Junta vaya a invertir una cifra "astronómica" de dinero para "reflotar" Segovia 21 y para construir una infraestructura que ven "inútil" mientras aplica "duros" recortes en todos los servicios públicos y abandona proyectos como la segunda fase del campus de la Universidad de Valladolid (UVA), que permanece paralizada por falta de fondos, o el cierre de camas en Cirugía en el Hospital General.   

Consideran que el proyecto no debería seguir adelante, ni siquiera en la capital segoviana, pues según indican la práctica totalidad de los palacios de congresos de Castilla y León son "económicamente ruinosos y están infrautilizados". Frente a este espacio, proponen convertir el Teatro Cervantes en un espacio multiusos con fines sociales y culturales. Recuerdan además que para celebrar reuniones ya existen dos establecimientos de Paradores de Turismo --en Segovia y La Granja--, de titularidad pública.   

Las organizaciones participantes en la marcha han advertido asimismo de que el Palacio de La Faisanera está vinculado al que denominan "escándalo de Segovia 21" y el "expolio" que según aseguran supuso "la venta o casi regalo a un conglomerado de empresas de los amiguetes de la Gürtel y del PP de la más importante reserva de terreno público en el entorno de Segovia capital" --la conocida como 'finca de Quitapesares'--.   

Opinan que Segovia 21 es ante todo "un gravísimo escándalo de corrupción político-urbanística" y que es un proyecto "diseñado para ricos veraneantes, de espaldas absolutamente a la sociedad segoviana". "Es, en su esencia, antisocial, elitista y antiecológico, sobre todo por el brutal derroche de agua que supone el riego de un campo de golf", han aseverado.