red.diariocritico.com
Tengo un sueño

Tengo un sueño

Por Fernando Franco Jubete
martes 03 de septiembre de 2013, 18:34h
Tengo un sueño. Durante todo este verano, de forma recurrente y repetida, he tenido un sueño. Tengo un sueño en este momento, que pretendo concretar en estas líneas con las dificultades que entraña explicar los sueños, después de escenificarlos mentalmente para no olvidarlos. Más aún cuando, hasta hoy día 28 de agosto, no tenía conciencia de que tengo un sueño, de que he mantenido un sueño cotidiano y repetido durante todo este verano.

Durante el verano procuro desconectar, trato de convertirme en el tradicional hombre del campo al que admiro, que vive su medio agrario y sólo recibe la información que le proporcionan los cielos y el clima que definen el estado de sus cultivos y la evolución de la Naturaleza, que es de quien únicamente desea depender. Vivir al aire libre, trabajar al aire libre, comer al aire libre, pasear al aire libre sin atender a horarios, sin escuchar noticieros ni tertulias radiofónicas, sin ver telediarios ni debates televisivos, sin leer periódicos, sin ponerme ante la pantalla del ordenador ni entrar en Internet es una bendición que, desgraciadamente, no vivo ni practico el resto del año.
 
Pero hoy 28 de agosto he abierto un periódico y he leído, me he enterado de que se cumple el 50 aniversario del día, 28 de agosto de 1963, en el que Martin Luter King pronunció su discurso más ensalzado y en el que, de forma espontánea y sin leer, expresó las ideas que se concretaron en la frase más repetida de la historia de América del Norte: "I have a dream".  Un sueño que mantienen los norteamericanos de buena voluntad, que sigue manteniendo toda la Humanidad: convertir en realidad que todos los hombres, que han sido creados iguales, sean realmente iguales.

Quizá, porque comenzó mi verano el día uno de agosto y todavía vivía enganchado a los periódicos, editoriales, telediarios, noticieros y tertulianos, mi sueño de verano ha tenido mucho que ver con la noticia prioritaria de aquel día: la comparecencia del presidente del Gobierno Mariano Rajoy en sede parlamentaria para explicar lo inexplicable sin mentir: que habiendo pasado toda su vida política junto a un corrupto llamado Bárcenas, al que ha contratado, ensalzado y defendido, pueda ser ajeno a cualquiera de sus lacras éticas, políticas y económicas, por otra parte, comunes a todos los partidos gobernantes.

En mi sueño de verano siempre aparecía mi madre con uno de sus consejos repetitivos que me han acompañado a lo largo de toda mi vida: "¡Hijo no mientas nunca! Porque la falsedad y la mentira es la mayor y más estúpida degradación en la que puede caer una persona, porque a todos los mentirosos, tarde o temprano se les descubre. No mientas nunca pero, sobre todo, no mientas en tu profesión y en tu trabajo ni para encubrir tus errores. Porque al mentiroso no se le perdona nunca y ya esta marcado para siempre". Así comenzaba mi sueño en el que iba revisando toda mi vida, tratando de encontrar mis mentiras, preguntándome si había respetado el consejo de mi madre y reflexionando sobre si, ella misma y todas las personas con las que convivo, certificarían mi credibilidad.

Pero en mi sueño de verano, sobre el principio ético de "no mentir nunca", me desasosegaba observar la constante implicación en casos de corrupción de políticos y sindicalistas, mintiendo y viviendo en la falsedad para su propio beneficio. Veía una España en la que hasta su presidente del Gobierno era capaz de mentir y tergiversar pero en la que la ética social evitaba la convivencia insostenible y acababa por provocar un retorno a la cordura y al establecimiento de un gran pacto social por la honradez y la transparencia. Porque todos los hombres nacimos iguales y somos iguales, una sociedad democrática no puede permitir que existan políticos que quieren ser diferentes utilizando el poder otorgado por las urnas para adoptar la corrupción como principio de actuación.

En mi sueño toda la sociedad española reconoce que los partidos, que son el fundamento de la democracia, se han convertido en las organizaciones sociales menos democráticas y, por ello, el Gobierno y la oposición acuerdan modificar la ley de partidos y la ley electoral como primer y único procedimiento para comenzar la regeneración política y económica de España.

Pero cuando salgo de mi sueño y abro el periódico, además de la conmemoración de "I have a dream" me encuentro con  los constantes comportamientos corruptos descubiertos a lo largo del mes de agosto y con una apertura del curso político en el primer lunes de septiembre en el que se anuncian al mismo tiempo las intenciones del Gobierno de presentar su ley de transparencia y avanzan en sedes judiciales los casos Bárcenas, Gurtel, Ere y sus consecuencias éticas y políticas.
 
Razonablemente sólo los políticos que no estén implicados ni bajo sospecha en ningún tipo de actuación corrupta pueden tener autoridad moral para hablar de transparencia. Necesitamos un candil para buscarlos.

Fernando Franco Jubete. Ingeniero Agrónomo, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia
 
 
 
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (1)    No(0)

+
0 comentarios
ventana.flyLoaderQueue = ventana.flyLoaderQueue || [] ventana.flyLoaderQueue.push(()=>{ flyLoader.ejecutar([ { // Zona flotante aguas afuera ID de zona: 4536, contenedor: document.getElementById('fly_106846_4536') } ]) })