Harto ya de estar harto

Llevo luchando contra una extraña sensación desde ya varios días. Decía un psicoanalista amigo mío, que cuando te acecha un cambio profundo, ya sea en el alma, ya sea en el cuerpo, lo primero que sientes es que algo te está rondando y eres incapaz de definirlo bien. Mas tarde, aparecen los primeros síntomas del cambio, luego la constatación y finalmente, la urgencia en combatirlo o aceptarlo.

Yo noté hace semanas que algo nuevo me estaba rondando en la cabeza, sin saber exactamente que era. Era una sensación extraña. Preguntas nuevas y razonamientos nuevos. Sin mas. Pero me producían una pequeña opresión en el pecho, incomoda y a ratos, preocupante.

Ahora, hoy, ya tengo la constatación de lo que me está pasando. No es que yo sea mas listo que nadie, pero me conozco muy bien y siempre he sido capaz de reconocer el momento de decir basta.

Pues eso es lo que me pasaba y lo que me pasa. Que estoy harto. Harto ya de estar harto, ya me canse, decía la canción. Hace hoy exactamente cinco meses mi vida pegó un giro radical y por voluntad propia y con el entusiasmo del niño que descubre un charco en su camino, me dediqué en cuerpo y alma a sacar adelante un proyecto que mi amigo Mario Conde llevaba colgado en su mochila mas de veinte años. El y yo, y yo y el, con la ayuda impagable de un pequeño grupo de entusiastas, chapoteamos en ese charco de entusiasmo llamado SCD durante muchos días y muchas noches, entregándole muchas horas de trabajo, grandes esfuerzos económicos y sobre todo, poniéndole toda la ilusión del mundo para ver si era posible devolver a los ciudadanos esa capacidad de decisión que al día de hoy, nos ha sido arrebatada por la clase política.

Cuando al cabo de cinco meses, repito, miras hacia atrás y ves todo el camino recorrido, sientes la satisfacción de un trabajo bien hecho, con argumentos y socialmente necesario.

Ahora empieza una nueva etapa en la vida de SCD. Una etapa de consolidación que requiere el esfuerzo ya de mucha mas gente. Un esfuerzo real de divulgación, pero también un esfuerzo de confianza en las personas que han iniciado este proyecto.

Recuerdan que les decía antes que estaba harto. Pues es así, estoy harto de que la gente desconfíe de todo, exija sin haber dado nada a cambio, y proteste desde la pantalla de su ordenador, sin  hacer un solo movimiento constructivo para consolidar los nuevos proyectos.

Estoy ya pues, en la urgencia de combatir estas actitudes o aceptarlas. Y he decidido combatirlas. Ni una sola concesión mas a esta gente que nunca sabe agradecer los sacrificios. Ni un esfuerzo mas por aquellos que nunca se han esforzado. Ni un minuto mas de mi tiempo para tratar de calmar a aquellos que no tienen calma. Y por supuesto, ni un segundo mas de atención a aquellos que solo insultan desde la ignorancia y el rencor. Ya está bien.