Tenemos que complicarnos la vida

Después de muchas semanas de constantes viajes y preocupaciones familiares varias, me siento a escribir de nuevo desde mi añorado rincón familiar y retomo la quietud que siempre me acompaña en el último mes de cada año. 

Han sido días intensos, agotadores. Yo diría que han sido días y noches donde el esfuerzo y la ilusión por un proyecto han vencido a los constantes ataques de aquellos que entienden la bondad de las cosas solo desde un único  punto de vista: su propio éxito personal. Como siempre digo: es agotador utilizar toda tu energía en combatir aspectos negativos de la vida. Necesitamos gastar mucha mas energía positiva. Creer en los proyectos, en las personas, caer y levantarte con más fuerza aún. Buscar siempre ese pequeño matiz de una larga conversación que consigue arrancarte una sonrisa.

He vuelto, como digo, a mi ciudad, a Valladolid, después de muchos meses de trajín y he querido conocer de primera mano cómo seguían las cosas por aquí. 

He puesto la tele local, he hablado con un periodista amigo, con un empresario importante de estas tierras. He hablado hasta con un político en activo y con otro político retirado. Y la verdad, qué quieren que les diga.... 

Creo que esta tierra nuestra necesita un revulsivo. No es que estemos mal, que lo estamos. Igual de mal que media España. No. Lo malo es que nos estamos acostumbrándonos a estar mal y eso es mucho peor. 

Aquí, en Castilla, nunca pasa nada y nada consigue alterar el histórico estoicismo del castellano. Si las dos Cajas de Ahorros más importantes de la Comunidad se van al garete, no pasa nada. Si no pedimos el rescate financiero porque está mal visto políticamente, pero nos financiamos a un interés mucho más elevado, no pasa nada. Si nos mienten en el copago sanitario, en el coste del mantenimiento de hospitales, en el recorte de gastos; si mantienen las irregulares dietas de los Procuradores en Cortes, pero reducen nuestros salarios, no pasa nada. Si suprimen servicios de primera necesidad, o helicópteros de urgencias, pero mantienen astronómicas subvenciones para medios de comunicación deficitarios, incluso con esas ayudas a fondo perdido, no pasa nada. 

Si llaman formación a lo que es subvención e inversión a lo que es gasto, no pasa nada. Nosotros seguimos a lo nuestro. Mirando para otro lado. Que ellos sigan ocupándose de nuestras cosas, no vaya a ser que nos toque gestionar a nosotros algo de esto y nos complique la vida.

Pues amigos ha llegado el momento de complicarse la vida. Tenemos que complicarnos, yo diría que implicarnos, en saber qué está pasando aquí e intentar que no siga pasando. Si alguien está cansado, que lo deje. Si a otro no le interesa esa tierra, que se quede en el foro y escale hasta donde pueda. Porque ante todo, hoy, Castilla y León necesita gente comprometida con el momento actual y con las dificultades que vienen.
 
Hay momentos en la historia de los países en los que las economías se contraen y no tenemos más remedio que bajarnos a las trincheras, aguantar la respiración y esperar que pase la crisis. Eso es lo que decían los clásicos: "primum vivere, deinde philosophare". Y eso es entendible. Pero lo que no se entiende es que contemplemos sin rubor las enormes desigualdades que se están produciendo en el trato a unos ciudadanos, en relación con el trato otorgado a otros supuestos ciudadanos de la misma raza y condición. Por eso, es el momento de complicarse la vida y participar de forma decidida en las cuestiones que afectan irremediablemente a nuestras vidas.

Daniel Movilla. Secretario General de SCD.