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"Inadmisible e inaceptable"

La Junta y el sector rechazan la nueva normativa del ibérico y piden su retirada

La Junta y el sector rechazan la nueva normativa del ibérico y piden su retirada

Por Redacción/Agencias
lunes 10 de diciembre de 2012, 17:36h
La viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, ha manifestado el rechazo de la Junta de Castilla y León y de todo el sector al nuevo borrador del decreto del ibérico y ha pedido su modificación o que se retire y, con la normativa actual, se utilicen instrumentos que permitan intensificar los controles.

Pascual, que se ha reunido con los representantes del sector, ha explicado que hay "puntos rojos" perjudiciales para Castilla y León que "empeoran" lo que contenía el anterior borrador.

En concreto, ha explicado que quieren negociar con el Ministerio el hecho de que se incluya en el etiquetado el tanto por ciento de factor racial y ha advertido de que no quieren "engañar al consumidor" y, aunque los productores andaluces digan que es información, consideran que no, informa ep.

A este respecto, Pascual ha incidido que pretenden que se haga igual que para cualquier producto, por ejemplo la leche, cuyo tanto por ciento de producto viene en el etiquetado y no en el nombre comercial, y ha añadido que dentro de la etiqueta debe poner el nombre comercial como en el caso del salchichón y no cambiar las reglas que había hasta ahora con un Real decreto de 2001 que había consolidado unos nombres comerciales que eran costumbre.

La viceconsejera ha añadido que, además, si se quiere mejorar, se puede llevar a cabo un mayor control de certificación, que se comprobase que el ibérico lo fuese de acuerdo con los requisitos pero no que se cambie la norma.

Sin tiempo para adaptarse

Por otro lado, otro de los aspectos que considera perjudiciales es que el nuevo borrador no establece un periodo transitorio para que los industriales puedan cambiar las etiquetas, algo que considera imprescindible porque todas las normas y legislación cuentan con un periodo de adaptación y, ha añadido, si los jamones que hay en los secaderos tienen que salir con una nueva etiqueta tendría efectos "retroactivos" porque los animales se han sacrificado antes.

En la misma línea, ha criticado el perjuicio que supondría para los productores la modificación de las explotaciones de cebo intensivo, que tendrían que contar con espacios de dos metros cuadrados por cerdo, de manera que el ganadero tendría que meter en la misma nave la mitad de animales y vería encarecidos los costes de producción en más de un diez por ciento e incluso ve la posibilidad de un posible desabastecimiento en el futuro.

María Jesús Pascual ha recordado que el plazo para presentar alegaciones se extiende hasta finales de la semana que viene y ha indicado que el "sentir" es que hay que reivindicar la posición de Castilla y León, de manera que quieren dejar patente que o se cambian estos puntos o se debe retirar el borrador de la norma y con otro instrumento u orden intensificar los controles.

La viceconsejera ha mostrado su esperanza de que el Ministerio escuche al sector, ya que en el ámbito nacional está en contra de esta norma y ha criticado que cada vez que se haga una modificación se les pille "fuera de juego", ya que desde el primer borrador de julio al de noviembre y a éste último "no hay nada que ver" y cada vez avanzan "hacia atrás", por lo que no saben "con qué puede sorprender el Ministerio en la redacción definitiva".

Pascual ha añadido que todos los representantes del sector han creído oportuno firmar un documento conjunto en el que se oponen a estas "líneas rojas" y que, si no se atienden, se solicita la retirada del mismo.

"Inadmisible, inaceptable" y "extremadamente lesivo"

Por su parte, el presidente de Iberaice, Carlos Díaz, ha expresado el rechazo de las productoras de ibérico al borrador de la nueva norma, que consideran "inadmisible, inaceptable" y "extraordinariamente lesivo" al intentar incluso cambiar la denominación de productos que se utilizan desde los años 60.   

Díaz, que preside la organización que agrupa a las empresas cárnicas miembros de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne (AICE) que desarrollan su actividad en el sector del cerdo ibérico, se ha expresado así tras una reunión en Valladolid con representantes del sector y de la Junta de Castilla y León.   

El presidente de Iberaice ha explicado que coincide en la mayor parte de los planteamientos del Gobierno autonómico y ha advertido de que el 87 por ciento de la industria está en contra de este borrador, con el que asegura que se pretende desmantelar lo que se conoce y tendrá unas consecuencias para las ventas "gravísimas", algo "especialmente grave" dada la actual situación económica.   

Díaz ha incidido en que en otras circunstancias esta regulación sería "problemática", pero en una de las mayores crisis económicas y que en el sector específicamente sólo es comparable al sector del ladrillo, algo "muy serio".   

"No podemos entender cómo desde el Ministerio se mantiene una postura a la que se opone casi el 90 por ciento de la industria", ha indicado el presidente de Iberaice, quien ha recordado que el propio ministro, Miguel Arias Cañete, en la exposición de motivos de esta norma dijo que no se podían utilizar determinadas denominaciones como "cruzado de ibérico" por las consecuencias para las ventas y ahora se habla de lo mismo.

Estrategia de algunas empresas   

Carlos Díaz ha asegurado que esto se ha convertido en una "guerra de mercado", donde el producto "puro", que se localiza fundamentalmente en Andalucía, no ha conseguido relevancia sobre el resto y cree que estos productores han decidido una estrategia comercial de utilizar nombres "despectivos" para otros productos distintos a los suyos, que "es lo que está haciendo el Ministerio".
   
En este sentido, tras añadir que sólo se utilizan los criterios de determinadas industrias andaluzas, ha asegurado que no se quieren cumplir los argumentos con los que se inició la elaboración de la normativa y ha defendido las propuestas de la Junta de Castilla y León, que considera "cabales, lógicas", que elevan la calidad y están enfocadas a la que encajen todas las producciones.   

"Si el resultado es éste, que se quede como está", ha afirmado Díaz respecto a la normativa, al tiempo que ha añadido que para una modificación "de este calibre" con el daño que va a suponer es preferible "que no se toque" y se avance en un consenso.   

Asimismo, ha asegurado que si esto se hiciera en beneficio del consumidor como argumenta el Ministerio, se admitirían otras propuestas y ha insistido en que determinados productos tienen su nombre desde los años 60 y hay que regular qué es, incluso ha recordado que se propuso una información al consumidor con un cuadro que aclarase la manipulación y la raza, pero "no se quiere".   

"No es verdad que se esté clarificando, se quiere confundir", ha asegurado Díaz, quien ha recordado que el jamón ibérico sólo representaría el 5 por ciento y el 95 por ciento del mercado que ha hecho imagen de marca se le quitan posibilidades.   

Por su parte, Nicolás Llorente, de la asociación de ganaderos Ibercyl, se ha expresado en términos similares, ya que considera que se pretendía hacer una normativa para simplificar y lo que se consigue es "complicar".   

Además, ha añadido que ahora mismo se cumple la normativa relativa al bienestar animal y un incremento de un espacio de dos metros cuadrados por cerdo encarecería bastante el producto, con un 50 por ciento menos de producción.
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