El enfado del consejero de Fomento y Medio Ambiente

Se ha enfadado mucho este martes (demasiado, incluso) el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, ante las insinuaciones del leonesista Alejandro Valderas de que en el incendio de Castrocontrigo no se actuó con toda la rapidez y medios necesarios y pudo haber negligencia. "Negligente es usted por preguntar así y dar cobertura al causante del incendio", le ha espetado el consejero, que deberá explicar en sede parlamentaria todo lo relacionado con un incendio que ha sido el peor de los últimos años y que ha quemado más de 11.000 hectáreas.  La referencia de Valderas de que los primeros medios que llegaron al fuego fueron ocho agentes con una "mochila" de agua  y que hasta tres horas después no llegaron los  medios aéreos gustó todavía menos a Antonio Silván,  que no quiso decirle lo que pensaba "por respeto personal", aunque le pidió que se ponga "al lado de los que apagan el fuego y no de los que chiscan el monte".

Lo cierto es que el consejero explicará en la Comisión de las Cortes regionales el próximo día 17 los pormenores del siniestro, desde el momento en que se produce, por la actuación de un "desalmado y canalla", como lo calificó, hasta los medios y la actuaciones que llevaron a su extinción. También, por qué no, deberá ser el momento de analizar las razones que han provocado que Castilla y León, como ha ocurrido en otros puntos de España, haya tenido un incendio tan devastador. Es vedad que, como se preveía, el calor y la sequía han sido un combinado letal, pero también lo es (y esto no es sólo un problema de Castilla y León), que los recortes de las administraciones públicas se están aplicando en todas las partidas, incluida la dedicada a los tratamientos selvícolas en los montes, lo que se traduce en que los incendios se vuelven incontrolables con mayor facilidad al encontrar demasiada materia prima. Es lo que hay (la caja del dinero no da para más) por eso los esfuerzos se deben dirigir ahora a acorralar a los incendiarios y a endurecer las penas por provocar un incendio. Pruebas hay sobradas de que los incendios se reducen cuando hay una mayor conciencia social y a este fin habrá que dirigir también los esfuerzos.