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Alimentación, gastronomía y turismo

Alimentación, gastronomía y turismo

Por Fernando Franco Jubete
lunes 02 de abril de 2012, 00:00h
ALIMENTARIA 2012, el Salón Internacional de Alimentación y Bebidas,  que se celebra en Barcelona cada dos años, y que no sólo es un enorme mercado internacional, un ágora para el diálogo, el intercambio, la información, el conocimiento y un espacio para detectar tendencias, se ha convertido también, desde el día de su inauguración, en escenario de la reivindicación del sector alimentario español como "la industria más potente de la economía española". Los políticos y los profesionales del sector están coincidiendo en destacar que, a pesar de los avatares de la situación actual, el sector agroalimentario por su carácter anticíclico se ha comportado como resistente a la crisis.
   
Y por ello, han apostado por sumar esfuerzos, el Estado y todas las comunidades autónomas, para impulsar la calidad y la expansión de los productos españoles en todo el mundo, porque nuestros agricultores y ganaderos necesitan una industria fuerte y potente que tire de sus productos y consiga incrementar la competitividad del sector primario. Admirable objetivo si es conjunto y cerrado. De toda España hacia los mercados internacionales. Porque el panorama es otro.
   
El ministro Arias Cañete ha acertado plenamente al destacar la importancia de "trabajar el trinomio alimentación, gastronomía y turismo", vinculado a la dieta mediterránea, para fortalecer la industria agroalimentaria e impulsar medidas que mejoren el funcionamiento de la cadena alimentaria, con estrategias de internacionalización para las empresas, así como la modificación del Observatorio de Precios, "para que se convierta en una herramienta capaz de anticipar crisis de mercado".
   
La industria alimentaria española, a pesar del difícil contexto nacional e internacional, ha sabido mantener los niveles de ventas y de producción como consecuencia de que la alimentación es en España un bien cultural rico y diverso, el principal motor del desarrollo rural y la esperanza de futuro, para mantener una vida activa en los municipios rurales. Porque la pequeña y mediana industria agroalimentaria, está tan ligada al territorio y a sus producciones agrarias que no se deslocaliza jamás. Y si las normativas que la regulan y amparan fuesen consecuentes con este principio, deberían condicionar cualquier tipo de ayuda a las empresas alimentarias a su localización en el medio rural, no sólo de las fábricas y centros de producción, sino también de sus almacenes de logística y comercialización y sus oficinas de gestión. Porque es muy frecuente que las grandes empresas agroalimentarias, las multinacionales de los alimentos, deslocalicen sus centros logísticos y de gestión abandonando el medio rural para establecerse en las grandes ciudades, Madrid y Barcelona
   
La industria alimentaria española ha alcanzado un importante grado de competitividad y ocupa actualmente el cuarto puesto del ránking alimentario en la Unión Europea, siendo Castilla y León la comunidad autónoma líder en la diversidad de sus producciones y en los subsectores cárnico y lácteo. El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, ha estado en Alimentaria para resaltar el potencial de la industria agroalimentaria castellano y leonesa y ha recordado las cifras que amparan a este sector. Recordó que 3.200 empresas obtienen una producción anual de 9.000 millones de euros que suponen el diez por ciento del Producto Interior Bruto de Castilla y León y emplean a 36.000 trabajadores, rurales en su mayoría.
   
Pero hoy el gran reto de la industria alimentaria de Castilla y León es su apertura a los mercados internacionales. La necesidad de que nuestras industrias apuesten decidida y prioritariamente por la exportación porque, en la actualidad, uno de los pilares para la supervivencia de cualquier empresa agroalimentaria es la diversificación de mercados.     Si la crisis ahoga el negocio interior, el futuro se vislumbra mejor con un salto a otros países El incremento del 18 % de las exportaciones en el año 2011 refleja la voluntad decidida de algunos subsectores de abrirse paso, no sólo en los mercados europeos más próximos o en los americanos, que son los que reciben la mayor parte de nuestros productos alimentarios, sino también hacia los mercados asiáticos que son ya el futuro, el destino idóneo para alimentos de primera calidad, saludables, innovadores y con garantía de origen. Señas de identidad de nuestras producciones alimentarias.
   
Alimentaria 2012 ha apostado por la internacionalización, con la participación de 75 países, porque es la principal apuesta de futuro del Salón y de nuestro sector alimentario. Solo falta abandonar los localismos, los provincialismos y regionalismos de las marquitas de andar por casa, muy útiles para competir entre nosotros y comernos y bebernos lo nuestro, pero no para vendernos en el mundo. ¿Qué es Tierra de Sabor en Singapur o Dubai? ¿Cuánto nos costaría su penetración en los mercados asiáticos, considerando lo que nos ha costado su penetración aquí al lado? El gran objetivo del Ministerio de Agricultura debería ser conseguir el consenso de todas las comunidades autónomas en una gran marca única para vender todos nuestros productos en el mundo, la Marca España. ¿Se imaginan el potencial de la Marca España en alimentación, gastronomía y turismo? Esperemos que los catalanes la acojan y divulguen con éxito y satisfacción en Alimentaria 2014.

Fernando Franco Jubete. Ingeniero Agrónomo, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia.

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