red.diariocritico.com

La España del blanco y negro

Por Fernando Jáuregui
miércoles 18 de enero de 2012, 18:53h
Siempre fue España país de extremos. Blanco o negro. Real Madrid y Barça. Frascuelo o el Guerra. PP o PSOE. Quisimos consagrar el bipartidismo, dividimos a los ciudadanos en los de derecha y los de izquierda, la mitad de la nación toma partido por algo a lo que la otra mitad se enfrenta de manera inexorable. Nunca había ocurrido esto, tan sin matices, tan carente de colores intermedios, como en el caso de Baltasar Garzón. Son pocas las voces ponderadas que se escuchan estos días, atribuyendo a cada cual sus culpas y responsabilidades y también sus cuotas de aciertos.

Garzón, héroe o villano, doctor Kekyll o míster Hyde (nunca Jekyll y Hyde), prevaricador o héroe. No quiero entrar en el fondo de las acusaciones que contra él se dirigen, ni tampoco en el del proceso que le sienta en el banquillo, porque estimo que hay razones más que sobradas para hablar de un mal juez instructor, sí, pero también para pensar que no ha hecho mucho más de lo que antes que él hicieron otros jueces sin tener que someterse a la picota de la sala de juicio. Alguna vez escribí, a propósito de algún caso de terrorismo etarra o de narcotráfico, que, si no existiese Garzón, habría que inventarlo; pero también digo, y he dicho, que no me gustaría tener que ser juzgado por él, porque no siempre sus métodos se han atenido al principio de presunción de inocencia y, menos aún, al de compasión por el reo. 

En definitiva, me parece que una cosa es afirmar que un juez instruye mal algunos casos -y es patente que Baltasar Garzón se ha pasado muchos pueblos de frenada-y otra, muy distinta, llamarle prevaricador. Una cierta derecha (antes fue una cierta izquierda) la ha tomado con esta canción, y el 'caso Garzón', que de manera muy legítima, aunque acaso excesiva, se halla en los tribunales, se ha convertido en un espectáculo mediático, en una arena para que los gladiadores de uno y otro bando se enfrenten. Nunca un caso tan poliédrico llegó a tener un tratamiento tan lineal, jamás la volátil opinión pública española, que es como una veleta, cambió tanto de dirección. Pocas veces se habló tanto de 'derecha' e 'izquierda' como en el 'proceso Garzón', que algunos quieren convertir en un proceso a la Justicia, otros en un plebiscito sobre cierta legislación española, quién sabe si ciertos togados en una 'vendetta' y todos en un campo de batalla ideológico que resulta que es por completo falso: ¿es acaso Garzón un hombre al que pudiera clasificarse en la izquierda? ¿Lo es, como antes se quiso, susceptible de ser englobado en los postulados de la derecha? Claro que no: Garzón es un juez, que fue bueno en algunos casos y detestable en otros, un ególatra que se resiste a considerarse un magistrado, solamente un magistrado, que tiene que impartir la justicia dictada por las leyes. Prefirió ser un juzgador antes que un juez, un justiciero antes que un justo. Y así le/nos va...
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios
ventana.flyLoaderQueue = ventana.flyLoaderQueue || [] ventana.flyLoaderQueue.push(()=>{ flyLoader.ejecutar([ { // Zona flotante aguas afuera ID de zona: 4536, contenedor: document.getElementById('fly_106846_4536') } ]) })