Adiós con el corazón

Ya lo hemos venido anunciando y nuestros amigos ya saben que con el final de este año, muchos de los que por estas líneas nos hemos ido dando cita, hemos decidido poner un punto y aparte.
   
Punto final para el equipo que durante casi dos años hemos impulsado la edición para Castilla y León de este periódico digital y punto y aparte para los que, detrás de nosotros, decidan mantener sus páginas abiertas.
 
'El Topillo', tal y como lo conocimos, ha decidido retirarse a una profunda madriguera. Pero antes queremos dar un abrazo muy especial a todos los colaboradores que han contribuido a hacer a este topillo lustroso, reflexivo, humorístico, informativo, mordaz, irónico y cáustico. Todo a la vez, y dependiendo el día. Eso sí: siempre democrático, abierto y plural.
  
El Topillo y Diariocrítico Castilla y León no se dejaron amedrentar la voluntad ante el poder omnímodo y sentimos profunda emoción por habernos encontrado con tantos amigos en este camino. Periodistas, escritores, profesores, políticos, abogados, cineastas, poetas, gente toda que echó una mano impagable a lo largo de estos meses al equipo de Diariocrítico Castilla y León que ahora se despide. Y hablando de adioses quiero mencionar también con especial tristeza los recientes despidos en RTVCyL, algo que enmudece aún más nuestra profesión.

Pero en este 'adiós con el corazón' queremos dejar constancia de la fuerza de otras voces, en estas líneas digitales hemos podido disfrutar de las de Félix Lázaro y su 'fiel' Gumer, Carlos Roldán, Fernando Aller, Paco Cantalapiedra, Candeal, Paco Forjas, Ana Ruiz, Begoña de Luis, Lola Prieto, José Manuel Negro, Eduardo Gordaliza, Jesús Pérez López, Clemente Barahona, Álvaro Gago, Jesús Quijano, Eduardo Keudell, Antonio Álamo, Graciano Palomo, Jesús Merino, José Delfín Val, Pedro Vicente, Hugo Risueño, Chema Carrasco, Elena Echave, Ubaldo Casanova, Luis Jaramillo, Aniano Gago, Roberto Lozano, José Luis Guerrero, Eduardo Rodríguez, José Luis Chacel y Alberto Cagigas ¡Casi nada!

Y gracias, por supuesto, a tantos y tantos lectores, seguidores y fieles. Algunos encontraron aquí el pan de la libertad que a veces se tienen que merendar a escondidas en el quehacer cotidiano.
     
Así es la vida: nacer, crecer y morir. Pero como las semillas, como el grano de trigo: que muere, pero para volver a dar vida a una espiga. Este es el propósito de estas líneas que dicen adiós a todos con el corazón. No sin antes agradecerle a Fernando Jáuregui su talante, su disposición y su actitud. Igual que a Álvaro Gago, que fue él quien llevó el peso de los "pecados" propios y ajenos durante tanto tiempo.
  
Larga vida al Diariocrítico de Castilla y León.

Carmen Domínguez. Periodista.