¿Sobran periódicos o faltan periodistas?

Es tremendo, el periodismo de papel parece que está condenado al fuego eterno. Hay, evidentemente, una crisis de lectores y una caída en picado del número de cabeceras. La culpa suele achacarse  a la llegada de las nuevas tecnologías que, con su poderosa arma de la inmediatez, desplaza el mercado de los lectores. Es ésta una verdad a medias, que tiene sumidos a editores y periodistas en un mar de dudas, sin atisbo de acercarse a una posible solución.
  
La raíz del problema, aunque nadie se atreva a confesarlo, es que la mayor parte de los periódicos carecen del interés necesario y, en consecuencia, son incapaces de despertar el apetito de un lector cada día más escéptico. Dicho alto y claro: a los periódicos les sobra mucho papel y carecen de muchísima calidad. Intentar competir, lustros después de la muerte del teletipo, con la radio, la televisión o de la tableta última generación, es una tremenda estupidez. La solución es convivir.
  
La solución hay que buscarla en la raíz. Se "fabrican" periodistas como si fueran salchichas y, como consecuencia, todos los años salen legión de las mil y una universidades de la Comunicación. Faltos de experiencia y con muy escasas posibilidades de encontrar curro, su futuro no puede ser más negro. El oficio, nuestro bendito oficio, lo aprendíamos cuando llegábamos a los periódicos como meritorios, dispuestos si era necesario a comprarle un bocadillo al jefe, entregados en cuerpo y alma a moldear nuestro futuro profesional. Los de arriba, enseñaban, porque sabían. ¿Y ahora? No hay más que ver el cuadro de profesores de cualquiera de estas fábricas de parados. Ni están los mejores, ni se les espera.
  
Vuelvo al principio, hay reinventar este oficio. El papel no puede, ni debe, competir en lo inmediato con los audiovisuales. Pero sí puede hacerlo en calidad, en análisis, en imaginación. La calle es de todos y para todos, muy especialmente para los que la trabajan (cada vez menos). Y en la calle están las noticias y los lectores, que son la garantía de supervivencia de un juguete que se nos va de las manos.

Félix Lázaro. Periodista.

Notas de Gumer.- 1.-Este país, jefe, está hecho un asquito. ¿Qué nos van a cobrar por circular por las carreteras que no son de peaje? Todos al pueblo que se vive mejor, es más barato y se escuchan menos sandeces que en la 'city'.

2.- ¿Qué respondió Óscar López cuando le preguntaron por qué apoyaba a Evaristo del Canto? Sencillamente: "La recomendación viene de arriba". Y su dedo índice apuntaba a La Moncloa. O al cielo.