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A vueltas con la niña de sus ojos

A vueltas con la niña de sus ojos

Me parece a mi que el "ya escampará" que decía Manolo Chaves en petit comité cunado estallo el denominado "Caso Matsa" no se va a acabar nunca por muy lejos de Sevilla que se haya ido. Cuando daba la impresión que el asunto de la niña Paula había sido olvidado, llega el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, cuyo nuevo presidente acaba de tomar posesión hace menos de un mes, y le lee la cartilla a Pepe Griñán para que le abra expediente a su antecesor en el cargo por la subvención de diez millones de euros que la Junta concedió alegremente a la empresa Matsa. Éramos pocos y pario la abuela. Lo que le faltaba a Pepe Griñán para amargarle la cuesta de enero que entre las encuestas, los parados, la crisis y los funcionarios ya se le estaba haciendo eterna. De todas formas era algo que se veía venir. Tal y como relató en su momento la letrada del PP, Susana Vela, en Andalucía Crítica, la única posibilidad de imputar a Chaves era por haber incumplido la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos de la Junta de Andalucía que él mismo y su Gobierno habían aprobado. La querella presentada en su momento por Federico Trillo ante el Tribunal Supremo, por más que algunos medios ultramontanos la jalearan, no tenía ninguna posibilidad de prosperar, como así fue.

Decía Susana Vela en su argumentación: "El 7 de noviembre de 2007, el entonces  presidente de la Junta, Manuel Chaves, inauguraba oficialmente Minas de Aguas Teñidas SA (MATSA) en Almonaster la Real. Un proyecto llamado a resucitar la alicaída actividad minera onubense, al calor de la subida del precio del cobre. Por aquel entonces, su hija, Paula Chaves Iborra, llevaba ya cuatro meses, desde el 2 de julio de 2007, como responsable jurídica de  esta empresa, según aclaró la propia Matsa  en su momento. Aún más, en el Registro Mercantil de Huelva, Paula aparece como apoderada de Matsa desde el 12 de noviembre de 2008. Por tanto, cuando el entonces presidente andaluz  inaugura la mina de Almonaster, su hija ya trabajaba allí. Y ¿qué dice Chaves? El 30 de de junio de 2009,  aseguró: “Sólo sabía que mi hija trabajaba en una empresa privada”. Después, cuando el caso adquiere más relevancia política, ya admite que “es una simple empleada”, que “forma parte del departamento jurídico”  y que “tiene poderes para realizar determinadas diligencias ante la Administración o la Justicia”.  No sólo eso, también añade: “Mi hija tiene poderes bastantes pero no me consta que sea la representante legal o apoderada general”.

"¿Qué importancia tiene que Paula estuviese o no de apoderada en esta empresa, que fuese o no la responsable de su departamento jurídico? -añade Susana- Al fin y al cabo como dijo su padre “tiene todo el derecho del mundo a trabajar, no se tiene que ir fuera de Andalucía para buscar un trabajo”. Sin embargo, el que sea o no, o dónde desempeña su labor profesional la hija del ex presidente, trasciende el ámbito privado de la familia Chaves desde el momento en  que su padre,  el 20 de enero de 2009,  preside el Consejo de Gobierno que ratifica una ayuda de más de 10 millones de euros precisamente a Matsa.¿Incumple Chaves el art. 7.1 de la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos de la Junta de Andalucía con esa firma? Según ese artículo, “los titulares de altos cargos están obligados a inhibirse del conocimiento de los asuntos en cuyo despacho hubieran intervenido o que interesen a empresa, entidades o sociedades en cuya dirección, asesoramiento o administración hubiesen tenido alguna parte ellos, su cónyuge, pareja de hecho o persona de su familia dentro del segundo grado civil”. ¿Es el Presidente de la Junta un Alto Cargo? Sí. ¿Es Paula de su familia dentro del segundo grado civil? Sí. ¿Era la responsable jurídica de la empresa destinataria del incentivo? Sí. ¿Lo era cuando su padre preside el Consejo de Gobierno que ratifica la ayuda? Sí. ¿Tenía por tanto la obligación legal de inhibirse en este asunto? Todo parece indicar que sí."

Sin embargo, según el Consejo de Gobierno andaluz no. De hecho,  tras la denuncia que presentaron cinco diputados populares, el Ejecutivo acordó no incoar expediente sancionador a Chaves con argumentaciones como  la siguiente: “Está completamente acreditado en el expediente que la intervención de Dña. Paula Chaves Iborra se produjo en un momento posterior a que lo hiciera el entonces Presidente de la Junta de Andalucía”.

 

Según argumenta Susana Vela, "resulta inverosímil que Chaves desconociera dónde y qué funciones desempeñaba laboralmente  su hija. Todo padre no sólo quiere lo mejor para sus hijos, como afirmó, en una comparecencia parlamentaria, el consejero de Innovación, sino que, además, normalmente, sabe de su vida privada (si está casada o soltera, donde vive, etc.) y de su actividad profesional, máxime si el padre ha inaugurado las instalaciones de la empresa donde trabaja su hija. Es interpretable que los cambios de la normativa fuesen dirigidos a favorecer a esta empresa. Es, igualmente, interpretable que todos los errores formales del expediente se deban simplemente a la falta de celo de la administración. Es interpretable, también, si la empresa merecía o no 10 millones en vez de 6 millones de euros. Pero lo que no puede negarse es que en este caso hay demasiadas casualidades, errores, justificaciones o irregularidades que merecen ser analizadas en el Parlamento (Comisión de Investigación, que el PSOE andaluz ha negado) y en los tribunales".

He aquí un resumen del proceso ocurrido en Matsa que, de momento, ha acabado con la exigencia del TSJA a Griñán a abrirle expediente a su antecesor en la Presidencia de la Junta. Pese a todo el Gobierno andaluz presentará un recurso. No están las cosas para que el "Caso Matsa" vuelva a enconarse a sólo cien días de las elecciones municipales salpicando no sólo a Chaves, sino a todo el PSOE y al Ejecutivo de Pepe Griñán. Toquemos madera pero me da a mí que, al final, volverán a irse de rositas. Ya veremos.




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