Caamaño tomó posesión de su cargo arropado por cuatro miembros del Gobierno -la vicepresidenta Primera,
María Teresa Fernández De la Vega y los ministros
Celestino Corbacho (Trabajo e Inmigración), Beatriz Corredor (Vivienda),
Elena Espinosa (Medio Rural y Marino) y
César Antonio Molina (Cultura)-.
Al multitudinario acto, celebrado tras la jura del nuevo ministro ante el Rey celebrada unas horas antes en la Zarzuela, también acudieron la secretaria de Organización del PSOE,
Leire Pajín; el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ),
Carlos Dívar; el fiscal general del Estado,
Cándido Conde-Pumpido; el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados,
José Antonio Alonso y una numerosa representación de miembros de la carrera judicial y fiscal.
En una intervención posterior, preguntado por el significado de su llamamiento a la responsabilidad de los jueces, el ministro señaló que el poder legislativo y el poder ejecutivo responden ante los ciudadanos a través de las urnas, mientras que el poder judicial lo hace "
con su correcta actuación".
En la breve rueda de prensa ofrecida tras el acto protocolario, Caamaño aclaró a los periodistas que la caza no entra sus actividades habituales, aunque declinó referirse a la montería que ha precipitado la dimisión del anterior responsable de Justicia.
Durante su primer discurso, el nuevo miembro del Ejecutivo agradeció a
José Luis Rodríguez Zapatero la confianza que le ha conferido y auguró que su intención es dar "
continuidad" al proyecto respaldado por los españoles en las urnas.
Señaló que los ciudadanos del siglo XXI precisan de una Justicia
"ágil, transparente y responsable", y que en ello pondrá todo su empeño, sin olvidar la labor
"intensa" de sus predecesores, en especial la desarrollada por
Fernández Bermejo.
Caamaño se refirió a la mejora de medios humanos y materiales, a la reforma de los procedimientos judiciales y a la formación del personal al servicio de la Administración de la Justicia como los tres pilares sobre los que pivotará su proyecto, para cuya realización ofreció un diálogo "
sincero y abierto" con todos los colectivos implicados en la mejora de la justicia.
"Nos une más que nos separa"
"
Son más cosas las que nos unen que las que nos separan", sentenció el titular del Justicia en referencia a los jueces y magistrados, si bien en su discurso citó expresamente a todos los colectivos implicados en la modernización de la Justicia, desde los funcionarios, policía judicial y médicos forenses a los graduados sociales, abogados y procuradores, abogados del Estado, miembros de la Carrera Fiscal y notarios.
También se refirió a los parlamentarios y a los responsables de Justicia en las comunidades autónomas con competencias en este ámbito, cuya labor calificó de
"fundamental en un Estado descentralizado", y anunció que colaborará estrechamente con el Consejo General del Poder Judicial y con el Ministerio Fiscal.
Despedida de Bermejo
Por su parte, el ex ministro Bermejo entregó la cartera a su sucesor tras dar las gracias al presidente
Rodríguez Zapatero por haberle dado la oportunidad de ser ministro de Justicia y deseando mucha suerte a Caamaño, a quien ofreció toda su disposición "
para que tome el testigo, se sienta acompañado y prosiga con el gran proyecto socialista". Finalmente, recordó al nuevo ministro que cuenta con un gran equipo que pone a su entera disposición.
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