Un ministerio fiscal dócil, obediente y a medida
miércoles 15 de abril de 2015, 11:37h
Desde hace tiempo el objetivo trascendental de este gobierno
es la colonización de la justicia. El primer intento fue la pretendida
"Democratización de la Justicia". Ante dicho fracaso, el segundo ensayo es la
reforma del Código de Procedimiento Penal.
La reforma del Código podría haber generado innumerables
consensos, siempre y cuando se tratara de pasar de un sistema mixto a uno
acusatorio. Sin embargo para el oficialismo lo importante no estaba allí: el
nuevo código es el Caballo de Troya para esconder el Anexo II, y con él la
designación de más de 1.700 agentes y 17 fiscales generales.
La premura del gobierno no está en la aplicación del sistema
acusatorio - con el que estamos de acuerdo - sino en la cooptación del
Ministerio Publico Fiscal. La ley de implementación no fue presentada con el
envío del nuevo código porque ello hubiera dejado todavía más a la luz el huevo
de la serpiente, es decir, la dotación de la institución encargada de la acción
penal con personas alineadas a los intereses del gobierno.
Al momento la justicia con medidas cautelares frenó el
nombramiento de 16 fiscales subrogantes, entendiendo que dichas designaciones
no podían realizarse hasta que se encuentre implementado el nuevo Código
Procesal. Ante este escollo el gobierno estaría acelerando el envío de un
Proyecto de Ley de Implementación del Código Procesal que resulta altamente
riesgoso.
Algo que reviste una gravedad alarmante, es la potencial
creación de una "Comisión de Implementación y Transición para la Justicia Penal
Federal y Nacional" integrada mayoritariamente por representantes del actual
gobierno. Dicha Comisión contará entre sus potestades con la de determinar qué
hacer con todo el personal luego que finalice el trámite de las causas que son
anteriores a la vigencia del nuevo Código.
Con esta posibilidad el personal actual podría pasar al
nuevo sistema, o bien el nuevo aparato podría ser cubierto íntegramente por
personas afines al gobierno.
Así como la Procuradora General de la Nación ha mostrado ser
la nave insignia con la que el gobierno pretende colonizar al Ministerio
Público Fiscal, la Ley de Implementación del Código Procesal se proyecta como
la herramienta que servirá de puerto para el desembarco de la flota militante.
Si el menemismo se caracterizó, entre otras cosas, por tener
una Corte adicta; el Kirchnerismo será recordado, también entre otras cosas,
por asegurarse, aun después de finalizado su gobierno, con un Ministerio
Público Fiscal dócil, obediente y a medida.
Mario Raúl Negri
Diputado nacional de la Unión Cívica Radical
Presidente del Bloque UCR