Miles de personas marcharon a Plaza de Mayo
"Basta de silencio, digan dónde están los nietos que aún no fueron recuperados" pidió Estela
martes 24 de marzo de 2015, 19:28h
Miles de personas marcharon a Plaza de Mayo al cumplirse 39
años de golpe cívico- militar que dio paso el 24 de marzo de 1976 a una de las dictaduras
más sangrientas de la historia argentina.
Con la consigna central "Defendamos las victorias y
vamos por más democracia", organizaciones defensoras de los derechos
humanos, agrupaciones políticas, estudiantiles y gremiales, se concentraron
desde temprano en la Avenida
de Mayo y 9 de Julio para marchar hacia la plaza, poniendo el énfasis en la
condena a las violaciones de los derechos humanos cometidas por la dictadura,
pero advirtiendo también sobre las secuelas que quedan de aquel genocidio,
sobre todo en sectores de la justicia y la protección que brinda a los
colaboradores civiles de la represión.
"La corporación judicial también fue la dictadura"
y "La corporación del martillo al banquillo", fueron algunas de las
consignas del acto que congregó unas 350.000 personas según los organizadores.
Estas consignas se corporizaron en la columna de Hijos que,
utilizando muñecos alusivos a la justicia, condenaban la falta de mérito del
dueño del ingenio Ledesma, Carlos Blaquier, determinado por los jueces, frente
a la acusación que pesaba sobre el empresario por facilitar el secuestro y la
desaparición de trabajadores del ingenio.
También, un gigantesco buitre exhibía carteles con los
nombres de las empresas que colaboraron con la dictadura: Clarín, Ledesma,
Mercedes Benz, entre otras.
En afiches pegados en las paredes, se podía ver al director
del diario "La
Nueva Provincia", Vicente Massot, con el rótulo de
"Buscado". El dueño del diario fue absuelto recientemente en el
juicio que se le siguió por la desaparición de dos obreros gráficos de ese
medio.
En ese sentido, el documento final leído durante el acto
puso el acento en la complicidad de la justicia y la prensa: "Las Fuerzas
Armadas tuvieron como socias a la prensa canalla, Clarín y La Nación, a la mafia judicial
que rechazó los hábeas corpus y a la cúpula de la Iglesia".
Como contracara, Horacio Pietragalla, que leyó una parte del
documento, resaltó la política de derechos humanos iniciada por el ex presidente
Néstor Kirchner "que se declaró hijo de las Madres y Abuelas de Plaza de
Mayo" y destacó que "el partido de la impunidad podrá tener muchos
candidatos", pero "que quede claro, somos todos nosotros los que
vamos a decidir nuestro futuro".
Los jóvenes tuvieron un rol central en este acto,
encuadrados en Unidos y Organizados, La Cámpora y el Movimiento Evita, pero también de
manera independiente, junto a familias, tal como sucedió durante el acto del 1
de marzo.
Las figuras de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de
Kirchner se desplegaron en remeras, banderas, muñecos y en leyendas como
"Más de diez años peleando contra el odio", y en una estatua tallada
en madera ubicada en la Plaza
de Mayo donde se los veía estrechados en un abrazo.
El documento también abordó partes emotivas de la lucha de
Abuelas de Plaza de Mayo, cuando Estela de Carlotto leyó: "Estamos
desarmando el plan genocida del robo de bebés, pero nunca lograron que
retrocedamos en este camino. Para las Abuelas el silencio es enemigo de la verdad.
Basta de silencio, digan dónde están", los nietos que aún no fueron
recuperados.
Además, se criticó "la política represiva" del
jefe de gobierno porteño Mauricio Macri en la Ciudad, con "la patota de la Uces, la represión en el
Borda y las pistolas Taser".
Al mismo tiempo, se defendió "la Asignación Universal
por Hijo, la ley de medios, el plan Procrear" y se condenó la intención
del CEO del Grupo Clarín "Héctor Magnetto de poner a su candidato en la Casa Rosada y el
intento de los Estados Unidos de que volvamos a ser su patio trasero".
Por eso, el documento llamó a a votar "por el país que
queremos" en las próximas elecciones presidenciales, porque "los
candidatos de la impunidad son muchos y debemos tener memoria".
En este marco, se rescató el pedido de los ex combatientes
de Malvinas para que se juzgue como delitos de lesa humanidad las torturas que
sufrieron por parte de oficiales y suboficiales argentinos, lo que fue
rechazado por la Corte
Suprema de Justicia.
La marcha hacia la
Plaza tuvo un alto contenido emocional con las pancartas que
mostraban las fotografías de los desaparecidos extendiéndose a lo largo de
Avenida de Mayo, acompañadas por el ritmo de las tumbadoras de La Chilinga y de Tambores
que no Olvidan.
En tanto, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se mostró
extrañado porque los partidos de la oposición no realizaron actos en esta
fecha: "La izquierda va a marchar en un momento, pero los demás no
hicieron nada. Habría que preguntarles cuál va a ser su política de derechos
humanos".
El final del acto pareció una apuesta al futuro, cuando un
chico cerró con un discurso contra la dictadura y apuntando al porvenir.